Por Yadila Mesa Chacón
Combinar la atención médica especializada con la diversión y el esparcimiento constituye la visión y principal objetivo del proyecto Halo de Esperanza, que atiende a pacientes pediátricos con capacidades especiales y enfermedades crónicas no transmisibles. Halo de Esperanza, como indica su nombre, se encarga de llevar alegría a estos pequeños en el municipio de Contramaestre.
Nelvis Gorina Sánchez, especialista en Anatomía Patológica, dirige el proyecto desde sus inicios, y acumula ya muchas experiencias tanto de alegrías como de gratitud.
Periodista: ¿Cuál es el origen de esta iniciativa para pacientes pediátricos?
Nelvis Gorina Sánchez (N.G.S): Halo de Esperanza se inspira en el proyecto Cruzada por la Alegría, que tiene un objeto social similar en la cabecera provincial. Hemos transitado por varias etapas, hasta llegar a la fase y nombre actual. Actualmente trabajamos con niños que tienen capacidades especiales o enfermedades crónicas no transmisibles, incluyendo los oncopediátricos. Somos un proyecto perteneciente a la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) en el municipio, y nos acompañan estudiantes de la Filial de Ciencias Médicas.
P: ¿Qué actividades han realizado en los últimos meses?
N.G.S: Hemos realizado varias actividades dentro del municipio, como las visitas a niños en escuelas especiales y círculos infantiles. Hemos organizado puestas en escena de teatro para los niños del proyecto, especialmente con los médicos payasos, con juegos y distracciones para los pequeños.
P:¿Qué significa ser un médico-payaso?
N.G.S: En primer lugar, un médico payaso debe conocer con claridad el concepto de sensibilidad, para tratar correctamente a los niños con estas patologías, además de sus familiares. Estos pequeños, a pesar de sus limitaciones visuales, motoras o auditivas, cuentan con el resto de sus capacidades; aún así, necesitan de comprensión y apoyo, por lo que ser sensibles es un factor determinante”.
El bienestar de los más pequeños será siempre una tarea de primer orden. En sus sonrisas se encuentra el mejor agradecimiento por cualquier esfuerzo en su favor. En Contramaestre, el proyecto Halo de Esperanza es uno de los muchos ejemplos de la dedicación a la vida de los niños que más necesitan un instante de alegría.