Cada 28 de mayo, Cuba recuerda el Combate de El Uvero, un enfrentamiento que, hace 68 años, consolidó la resistencia del Ejército Rebelde contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Aquel amanecer de 1957, con más coraje que balas, los guerrilleros liderados por Fidel Castro atacaron la guarnición enemiga en la costa sur de la Sierra Maestra. La batalla, feroz y desigual, puso a prueba la determinación de los combatientes, quienes, sin posiciones de ventaja, avanzaron bajo fuego enemigo. Juan Almeida Bosque, con un avance casi suicida, y Ernesto Che Guevara, entonces médico de la guerrilla, demostraron un liderazgo que definiría el curso de la Revolución.
Uvero fue una victoria militar, y un punto de inflexión en la moral de los rebeldes. El Che lo describió como el momento en que la guerrilla alcanzó su mayoría de edad, pues tras la batalla, el Ejército Rebelde dejó de ser un grupo de expedicionarios para convertirse en una fuerza organizada y con capacidad de combate.

Hoy, en su aniversario 68, el pueblo cubano honra el sacrificio de aquellos combatientes que, con valentía y determinación, abrieron el camino hacia la libertad.