domingo 17 agosto 2025

Un Ángel en Tele Rebelde

A veinticinco kilómetros de la ciudad de Santiago De Cuba, nació el locutor y actor Ángel Miguel Alea Casadevall, en San Luis, tierra de Los Maceo, donde cayó el célebre Guillermón Moncada, cuál municipalidad natal de no pocas personalidades de la cultura cubana como Félix Benjamín Cagnet, Navarro Coello, Andrés Houdayer y Enrique Bonne.

Con antecedentes catalanes, Alea Casadevall procede de una familia de clase media, realizó estudios primarios hasta graduarse como bachiller, se forjó como obrero calificado, después técnico medio superior hasta consagrarse en los estudios de la locución, la lingüística aplicada y su afición por las motos, por eso, no olvida su todoterreno NSU400, 1960 OSB Supermax, despedida por el peso de los años del propio chofer.

Radio Majaguabo le es tan familiar porque en San Luis no sólo tuvo su infancia, también sus primeros brotes como locutor en una pequeña emisora donde hubo un solo micrófono RCA Víctor y una modesta amplificación que organizó el hijastro de uno de los tíos de Ángel Miguel Alea, en la llamada “Cuatro Esquina”, por eso, aprovechó y con frecuencia se presentó ante el público radioyente allí reunido para escuchar la promoción de varios productos domésticos.

“El Profe”, como le dicen no pocos realizadores de la radio y la televisión, hoy está orgulloso de su vida artístico-profesional y educativa, al menos, eso lo constaté en una entrevista exclusiva en su casa ubicada en calle k y Avenida de Garzón, en el reparto Sueño, muy cerca de los estudios fundacionales de Tele Rebelde, un canal oriental, genuinamente, criollo en el cual se insertó Ángel, después de aquel día fundacional del 12 de julio de 1968.

Alea Casadevall llegó a Tele Rebelde con una sorprendente madurez, porque fue aquel joven inquieto, con avidez por la lectura, buena memoria y fluidez en sus expresiones; así se proyecto antes, con sólo catorce años de edad en la Radio.

Hoy recuerda cómo influyó la radio santiaguera para el ingreso después en Tele Rebelde, su quehacer como locutor, primero suplente, y luego, trabajador fijo en la CMKD; en la CMDH, en la avenida Garzón y Pedraita, planta propiedad de Esteban Hernández Gallardo quien arrendó el local de CMKT, “Radio Libertad”; hasta que surgió el Instituto Cubano de Radiodifusión el 24 de mayo de 1962, cuyo proceso inicial de centralización de las emisoras cubanas conllevó en Santiago de Cuba al surgimiento del Centro Regional de Radio, ubicado en el antiguo Cine Aguilera, frente a la iglesia Dolores.

Allí trabajó Ángel Miguel, en aquel fabuloso inmueble del Cine Aguilera, donde estuvieron tres emisoras, la CMKW y otras dos instrumentales, una con locutor y otra sin él.

Del Centro Regional de Radio pasó Alea a la CMKC, gracias al locutor Ulises Escalona quien lo invitó a dar la hora en un programa radial, y luego, le dijo: “¿te atreves ir al noticiero provincial? Todo esto le motivó al curso de locución hasta que fue aprobado en La Habana. En la decana CMKC se forjó mejor, porque tuvo, además, otro tutor talentoso: Antonio Lloga, muy exigente en la locución de programas dramatizados, informativos, humorísticos, infantiles y variados.

Alea Casadevall llegó a Tele Rebelde con una sorprendente madurez, porque fue aquel joven inquieto, con avidez por la lectura, buena memoria y fluidez en sus expresiones

Poco a poco, Ángel Miguel Alea creció como joven actor y locutor e inconforme asumió el reto y se presentó en el nuevo canal santiaguero Tele Rebelde, como actor en el espacio televisivo de Aventuras, de las siete y media de la tarde-noche, en series “en vivo” como El Zorro, entre otras.

Entre cámaras y micrófonos, el Profe se relacionó con otros consagrados en la televisión santiaguera, por ejemplo, Rolando González, genial documentalista y realizador radiofónico en CMKC; sin apartar toda una pléyade de periodistas, luminotécnicos, sonidistas, editores, coordinadores, productores, ingenieros, equipo de maquillaje, archivos, en fin… hasta implicar los estudios conjuntos en lingüísticas en la locución, conjuntamente, con los doctores santiagueros, Vitelio Ruíz y Eloína Miyares.

Hoy jubilado, el Profe siente que puede hacer mucho más, por eso, se levanta temprano cada madrugada para actualizarse con la sección de Rastreo Internacional, a cargo del autor de este reportaje; posteriormente, llama para el debate, corrige alguna frase, felicita y queda a la espera de la transmisión de Tele Turquino al mediodía y a las 5 de la tarde, con la Revista Santiago.

Ante la primera pausa de este reportaje, recuerda a sus entrañables amigos Georgina Botta, José Raúl Castillo; los más jóvenes como el inolvidable Ado Sanz Milá, Ileana Navarro, en fin, más de cinco generaciones de locutores, muchos de ellos, posicionados en el extranjero y en diferentes provincias cubanas y que saben bien del humilde Profe: Ángel Miguel Alea Casadevall.

Ángel Miguel Alea creció como joven actor y locutor e inconforme asumió el reto y se presentó en el nuevo canal santiaguero Tele Rebelde, como actor en el espacio televisivo de Aventuras, de las siete y media de la tarde-noche, en series “en vivo” como El Zorro…


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Joel @ No todo está perdido
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