París.— Ni las cuatro horas de duración, ni la lluvia, impidieron la belleza y el éxito de la inédita ceremonia de inauguración de los XXXIII Juegos Olímpicos de París 2024, con escenario en el río Sena, para romper la tradición de celebrarlas en estadios.
Muchas fueron las grandes atracciones, pero entre estas sobresalió la presentación de la cantante canadiense Céline Dion, cuya aparición supuso una alegría para todos sus fans.
Antes que ella, Lady Gaga ha puesto la nota de color al más puro estilo parisino con su actuación.
También impactó sobremanera la presencia del tenista Rafael Nadal, quien tiene una estatua en Roland Garros, la sede del torneo que acoge la cita multideportiva olímpica.
El 14 veces campeón en el templo de la tierra batida, doble oro olímpico (individual en Pekín 2008 y de dobles en Río de Janeiro 2016), fue uno de los grandes protagonistas de la apertura.
De repente, en su tramo final, la antorcha olímpica fue entregada a Zinedine Zidane, que caminó unos pasos hasta encontrarse inesperadamente con Rafa Nadal, vestido con el uniforme de la delegación española.
El tenista de las 22 coronas de Grand Slam había seguido buena parte del desfile de los equipos por el río Sena desde un edificio junto a su familia, incluido su hijo Rafael.
Tomó el fuego olímpico, desapareció en la negrura, para reaparecer en un barco junto a otras leyendas como la tenista Serena Williams, el atleta Carl Lewis y la gimnasta Nadia Comaneci.
Llevaron la antorcha hasta la orilla, donde esperaba la ex tenista y directora de Roland Garros Amélie Mauresmo, que corrió por las calles de la ciudad en uno de los relevos camino del pebetero.
Lo cierto es que París ha contado con un amplio despliegue organizativo; cerca de 200 barcos, entre los que han transportado a unos ocho mil deportistas, han transitado durante seis kilómetros entre los puentes de Austerlitz y Jena.
Se estima que la ceremonia de inauguración la siguieron 328 mil espectadores y un centenar de gobernantes o responsables internacionales, según fuentes consultadas.
