sábado 23 agosto 2025

Rectificar es de sabios

Desde hace unos meses es común escuchar a diversas personas, en su mayoría funcionarios públicos, repetir la frase «eliminar las distorsiones» de la vida económica y social en Cuba. Y es comprensible, ya que un conjunto de medidas planificadas y trabajadas desde hace unos 15 años, con el objetivo de mejorar el nivel de vida de los cubanos, ha tenido efectos contraproducentes afectando a muchos más de los previstos y reduciendo sus posibilidades de una vida próspera.

En ese sentido, el presidente Miguel Díaz-Canel reflexionó sobre “la toma de decisiones no integrales que provocan lógicas incomprensiones, impactos negativos por su aplicación en condiciones desfavorables, esfuerzos que todavía no se traducen en soluciones, medidas que no fructificaron y de pronósticos que no se cumplieron”.

La dirección de la Revolución reconoce que hubo errores en el diseño e implementación de la Tarea Ordenamiento, así como en la aprobación de nuevos actores económicos sin establecer claramente las reglas de su actuación, errores que han generado descontento en muchos cubanos y han propiciado diferencias sociales que nadie imaginó y que no pueden ser ocultadas.

Y volviendo a la frase «eliminar las distorsiones«, recuerdo que, a finales de abril de 1986, en un contexto más favorable para el país, pero con situaciones anormales para una sociedad socialista, el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, proclamó su estrategia de «rectificación de errores y tendencias negativas» y llamó al pueblo a ejercer un mayor control popular al respecto.

Sin embargo, 38 años después, ante una realidad más desafiante, el presidente Díaz-Canel afirma que “la falta de control y de defensa de las normas que se aprueban y el inadecuado funcionamiento de entidades estatales responsables de ejecutarlas, han afianzado los errores” por lo que no duda en reconocerlo públicamente, como es costumbre de la revolución, y exigir su “rectificación paulatina”.

Estos errores y tendencias inapropiadas han erosionado la economía y el bienestar de gran parte de los cubanos, especialmente los considerados vulnerables, y “han facilitado la aparición de fenómenos y manifestaciones negativas que no deseamos en la sociedad cubana”.

Al igual que en 1986, el país se ve obligado a rectificar y hacerlo de manera creativa, aunque es importante reconocer que, debido a la falta de precisión y prontitud en la acción, las heridas que han surgido serán más difíciles de sanar. No obstante, rectificar es un acto de sabiduría y un proceso inherente a la Revolución.

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…