La fiesta del canto a voces en Santiago de Cuba es uno de los ofrecimientos que más se agradece en esta plaza cultural.
Se defiende como herencia, por favorecer ese ritual de que la familia asista a los conciertos en la Sala Dolores, por ser clase magistral para la enseñanza artística y representar uno de los legados mas importantes de maestros como Electo Silva.
Las cantorías infantiles, los coros como el Orfeón Santiago, los talleres que generó el coloquio y ese intercambio entre directores, estudiantes, aficionados y profesionales son retoños del tiempo que dedicaron los maestros de ayer y hoy al canto a voces.
Concluyó la edición 35 de esta Fiesta y la gala de cierre en la Sala Dolores se dedicó al maestro Jarold Gramatches. En la última jornada Santiago también disfrutó de las rondas corales, las agrupaciones que participaron en esta convocatoria llevaron melodías a varios sitios de la ciudad. Como siempre fue una de las ceremonias mas atractivas del programa.
Con la presencia del miembro del Comité Central José Ramón Monteagudo Ruiz, Primer Secretario del Partido en la Provincia se ofreció una cantata coral por el aniversario 65 del triunfo de la Revolución Cubana en la escalinata del Museo Emilio Bacardí.
El Festival concluyó en Santiago pero el talento que se cultiva a diario desde el Sistema de Casas de Cultura y en las escuelas le asegura a tiempo completo a esta ciudad y a Cuba el maravilloso espectáculo del canto a voces.