El sentido de la responsabilidad histórica acompaña hoy el júbilo de los santiagueros tras confirmarse oficialmente que serán anfitriones de la celebración central de los 70 años del asalto al Cuartel Moncada.
Al conocerse esa decisión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, fueron muchos los que vibraron de regocijo aunque era también una posibilidad anunciada porque desde hace unas cuantas décadas cada cinco años, en aniversarios cerrados, la ciudad que fue el ámbito del acontecimiento acoge la conmemoración.
Ocurre también que esa expectativa no cobra cuerpo real hasta que la máxima dirección política de la nación la confirma, y es lo que sucede desde el anochecer de este viernes 7, cuando hombres y mujeres salieron a expresar la alegría que cada lustro se deriva de una muy buena noticia.
A esa algarabía se suma la certeza, reconocida durante su reciente visita al territorio del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, de que más allá del derecho histórico, los santiagueros se ganaron con trabajo la distinción, tal como ha sucedido en cada una de esas etapas anteriores.
Los resultados en la economía, la cultura, la educación y los restantes sectores de la sociedad avalan con creces esta determinación, que es asumida en estas tierras orientales con el serio compromiso derivado de los tiempos sumamente complejos y difíciles que atraviesa el país.
Aunque cada 26 de julio deviene pase de revista de lo alcanzado por la Revolución Cubana en estos 63 años, en medio de acosos y de amenazas externas, lo cierto es que el de este miércoles constatará la resistencia y la creatividad de los cubanos en pos de salvaguardar el futuro.
El tiempo transcurrido desde el enfrentamiento exitoso a la Covid-19, con la carga económica que implicó, junto al despiadado recrudecimiento de la hostilidad del gobierno estadounidense y los vaivenes de la crisis internacional, han significado para Cuba un enorme desafío.
En medio de esas complejas coyunturas, la guerra mediática y simbólica desatada con furia desde los medios hegemónicos mundiales y las redes sociales de Internet, esa que el país ha llevado contra viento y marea a millones de cubanos, aporta otro elemento a contracorriente.
Por esas y otras muchas razones, el acto central por las siete décadas del asalto a la fortaleza militar, protagonizado por Fidel Castro y jóvenes revolucionarios en aquella madrugada gloriosa, se convertirá en otro jalón histórico de la ciudad.