Cada año, en temporada ciclónica, ondas tropicales atraviesan el Caribe y el Atlántico. Aunque en su estado inicial suelen traer lluvias y vientos moderados, muchas de ellas tienen el potencial de transformarse en tormentas tropicales o huracanes, fenómenos capaces de provocar grandes daños materiales y humanos. Por eso, la preparación temprana es la clave para reducir riesgos.
Cuando se anuncia que una onda tropical podría intensificarse, lo más importante es estar atentos a la información oficial y no dejarse llevar por rumores.
Las recomendaciones incluyen:
1- Tener un plan familiar de emergencia, con puntos de encuentro y teléfonos útiles.
2- Almacenar agua potable, alimentos no perecederos, medicinas y artículos de primera necesidad.
3- Revisar la vivienda, asegurando puertas, ventanas y techos.
4- Mantener cargados los dispositivos móviles y tener linternas, radio portátil y pilas.
5- Identificar el albergue o refugio más cercano, en caso de ser necesario evacuar.
Durante la onda tropical: mantenerse alerta

Mientras se desarrolla la onda, aunque todavía no sea huracán, pueden registrarse lluvias intensas, tormentas eléctricas e inundaciones locales. Es importante:
1- Evitar salir de casa a menos que sea imprescindible.
2- No cruzar ríos, calles anegadas ni zonas bajas.
3- Desconectar electrodomésticos en caso de tormenta eléctrica.
4- Mantenerse informado a través de la radio o medios oficiales.
5- Si evoluciona a huracán: extremar la seguridad
En caso de que la onda tropical se convierta en huracán, deben aplicarse las medidas más estrictas:
1- Permanecer en la zona más segura de la vivienda, lejos de ventanas y puertas de cristal.
2- Seguir estrictamente las instrucciones de la Defensa Civil y autoridades locales.
3- Mantener la calma y proteger especialmente a niños, ancianos y personas vulnerables.
Una vez que el peligro inmediato haya pasado:
1- No salir hasta recibir la autorización oficial.
2- Revisar daños con cuidado, evitando cables eléctricos caídos o estructuras inestables.
3- Brindar ayuda a vecinos que lo necesiten.
Una onda tropical puede parecer inofensiva, pero su evolución a huracán puede ser rápida e imprevisible. La prevención, la información veraz y la disciplina colectiva son las mejores herramientas para proteger la vida y enfrentar con seguridad estos fenómenos naturales.