El verano en Santiago de Cuba no solo ha traído consigo las temperaturas y vacaciones acostumbradas para esta etapa del año, sino invitaciones cautivadoras, que si bien no todas son novedosas, devienen especiales propuestas para el esparcimiento y la instrucción de niños y adultos.
Muchos son los sitios dispuestos a reafirmar la identidad propia de los nativos, donde la alegría siempre marca todos los convites de la etapa estival, de ahí el acontecer recurrente y atractivo que identifica al parque Zoológico más grande de esta región oriental.
Baste la naturaleza boscosa, radiante y enriquecida con 489 animales y 50 especies, donde se distinguen con su belleza auténtica: aves, primates, reptiles, roedores, antílopes negros, cebú enano, dromedario, hipopótamo, tigresas, hienas, jaguar y leones, entre otros; animales en cautiverio, diseminados en espacios independientes, debidamente identificados como parte de la educación ambiental y el bienestar imprescindible.
Al decir de Guisiaine Llamos Mustelier, directora del reconocido centro, todo el colectivo mantiene el empeño de regalar una jornada veraniega, no solo con la exhibición de las diferentes especies, sino con actividades colaterales recreativas, los recorridos, a cargo de los especialistas, por las diferentes áreas con informaciones interesantes acerca del hábitat, la alimentación, la reproducción y otros elementos diferenciados.
Asimismo los fines de semana se desarrollan actividades culturales y de participación, donde no faltan los payasos, grupos de danza y el Proyecto Dando Amor; se suman motivos organizados por el INDER y la esfera de Educación, y siempre hay ofertas gastronómicas. Los visitantes también tienen la posibilidad de ser fotografiados con el cebú enano y un cocodrilo pequeño.
El Parque Zoológico de Santiago de Cuba, enclavado en la carretera de Siboney (Avenida Raúl Pujol) S/N en el reparto Terraza de Vista Alegre constituye una opción seductora para pasar en familia, en medio de un ambiente natural de increíble atracción.
