Cada 30 de julio se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Amistad, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2011, con el objetivo de promover la solidaridad, la comprensión mutua y la reconciliación entre los pueblos.
En un contexto global donde aún persisten conflictos, divisiones y desigualdades, esta jornada nos invita a mirar al otro con empatía, respeto y cariño.
La amistad más allá de lazos sanguíneos o ideologías es un valor universal que une a las personas sin importar su origen. Desde la niñez hasta la vejez, el afecto sincero entre amigos constituye una red de apoyo emocional, un refugio en tiempos difíciles y un motivo de celebración en los momentos de alegría.
La ONU eligió esta fecha para fomentar la cultura de paz, entendida como un conjunto de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y procuran prevenir los conflictos mediante el diálogo y la cooperación.
“Los desafíos mundiales exigen soluciones globales basadas en la solidaridad, la cooperación y, sobre todo, la amistad”, señaló la ONU en su mensaje conmemorativo. En ese sentido, este día también llama a crear puentes entre comunidades, culturas y naciones, especialmente en tiempos donde los discursos de odio y la discriminación cobran fuerza en muchas partes del planeta.
En las escuelas, los barrios, los centros laborales y familiares, se promueve la importancia de educar en valores como el respeto, la empatía, la tolerancia y la colaboración. El Día Internacional de la Amistad es una oportunidad ideal para realizar actividades culturales, educativas o recreativas que fortalezcan los lazos sociales.
Muchos países han adoptado sus propias tradiciones para esta jornada: intercambiar pulseras, escribir cartas, hacer llamadas, regalar abrazos o simplemente compartir tiempo juntos.
Más allá de las redes sociales y las publicaciones efímeras, este día es una invitación a reconectar con los afectos verdaderos, a agradecer a quienes han estado a nuestro lado en el viaje de la vida, y a sembrar nuevas amistades desde la honestidad y el compromiso humano.
Porque como dijera nuestro Apóstol Nacional José Martí: “El verdadero amigo es el que nos ayuda a mejorar.”