Guillermo Moncada, conocido como «Guillermón», es una figura emblemática en la historia de Cuba, destacado no solo por su valentía en el campo de batalla, sino también por su papel crucial en las luchas por la independencia contra el colonialismo español. Nacido en Santiago de Cuba en 1841, su vida es un testimonio de superación y compromiso con la libertad de su patria.
Guillermón nació el 25 de junio de 1841, hijo de un esclavo liberto y una mujer negra. Desde joven, enfrentó las dificultades impuestas por una sociedad racista, pero su determinación lo llevó a aprender a leer y escribir. Su formación como carpintero le proporcionó las habilidades necesarias para ganarse la vida y más tarde se convertiría en un líder popular en la lucha por la independencia.
Con 27 años, Moncada se unió a la guerra de liberación nacional que comenzó el 10 de octubre de 1868. Bajo el mando del General Donato Mármol, se destacó rápidamente por su valentía y liderazgo. Su participación en las primeras etapas de la guerra cimentó su reputación como un combatiente feroz.
Durante la Tregua Fecunda, Moncada fue parte activa del plan conspirativo que condujo a la Guerra Chiquita en 1879. Se unió a figuras prominentes como los coroneles José y Rafael Maceo y Quintín Banderas, siendo nombrado Mayor General por el General Calixto García. Su estrategia y capacidad de mando fueron reconocidas por sus contemporáneos, incluyendo al Generalísimo Máximo Gómez.
Con el inicio de la Guerra Necesaria, José Martí confió en Moncada para liderar la provincia más oriental del país. En la madrugada del 24 de febrero de 1895, Guillermón se levantó en armas en Alto Songo, marcando el comienzo de una nueva fase en la lucha por la independencia cubana. Su liderazgo fue fundamental para organizar y movilizar a las tropas mambisas.
Guillermo Moncada no solo es recordado por su valentía en combate, sino también por su capacidad organizativa y estratégica. A pesar de los obstáculos raciales y sociales, logró convertirse en un símbolo de la lucha por la libertad y la dignidad. Su muerte a causa de tuberculosis en un campamento mambí cerca de Alto Songo fue una gran pérdida para el movimiento independentista.
La historia de Guillermo Moncada es un ejemplo inspirador de resistencia y lucha por la justicia. Su legado perdura en la memoria colectiva cubana como uno de los héroes más sobresalientes de las gestas independentistas. A través de su vida y sacrificio, Guillermón sigue siendo un símbolo de la perseverancia y el deseo de libertad del pueblo cubano.
