El calendario marca fecha de encuentro con la historia. Hace cuarenta y nuevo años atrás, entre el 17 y el 22 de diciembre, se hizo realidad el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba. En este evento, ratificando al proceso Revolucionario como único, el líder histórico Fidel Castro Ruz pronunció:
“…nosotros, los hombres que aquí estamos, no somos más que humildes herederos de generaciones enteras de cubanos que durante más de 100 años han luchado por la justicia, por la libertad y por la dignidad de este pueblo …
”Dejando claro sus ideales y compromiso por la soberanía social; la figura del hombre de caguairán se erguía como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, ofreciendo además, un análisis histórico de la revolución y su desarrollo económico y social para trazar metas hacia el futuro.
Durante sus intervenciones, criticó los errores cometidos y llamó a implementar cambios en busca del desarrollo. En los días que duró el congreso, se establecieron las políticas y estrategias del partido para los años venideros que permitirían su fortalecimiento. Entre tantas, la consolidación del socialismo como objetivo clave, así como la lucha contra el imperialismo y la defensa de la soberanía nacional, constituyeron premisas fundamentales para entender el papel de esta organización en la construcción socialista.
En la búsqueda de la igualdad y la justicia social de todos los ciudadanos, se discutieron y aprobaron soluciones que garantizaban el avance en áreas como la educación, la cultura y la economía. Al día de hoy, fehacientemente, se ve la colaboración del partido en cada uno de estos sectores de la sociedad, siendo un respaldo para el pueblo. La retrospectiva también habla del avance dentro de la educación, la ciencia, la salud y la cultura.
En la historia reciente del país, se refleja el compromiso con los ideales expuestos durante este primer congreso. El rumbo trazado ha permitido a la revolución resistir ataques terroristas y a más de 60 años de bloqueo comercial y financiero impuesto por Estados Unidos. En este contexto, la defensa de los derechos humanos, así como la unidad y solidaridad del pueblo, se presentan como valores fundamentales para enfrentar los desafíos actuales y futuros en el proceso de construcción del socialismo.
