domingo 17 agosto 2025

El 23 que rompió el corojo de la justicia en Cuba

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Granma
Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Hoy la Fiscalía General de la República cumple 51 años de fundada

Autor: Pastor Batista Valdés

Jueces y demás trabajadores han estado evocando y celebrando por estos días el medio siglo y un año más transcurridos desde que surgieron los Tribunales Populares, un día como hoy, para continuar asegurando justicia verdadera a favor de toda la nación y del pueblo.

Quienes han ejercido la profesión en ese terreno o quienes por alguna razón han interactuado con el sector, saben que no exagero al afirmar que el 23 de diciembre debiera ser realmente festejado en cada hogar, centro de trabajo, empresa, organismo…

Como la Medicina o la Educación, por apenas citar dos ejemplos, la justicia es una de esas esferas (conquistas) que desde 1959 no distingue raza, sexo, edad, procedencia, creencia u orientación política.

No estamos hablando de circunspectos profesionales venidos de otra galaxia, que escuchan, sienten, deciden y miran a los demás por encima del hombro.

Del mismo modo que los combatientes del Ministerio del Interior (con quienes, por cierto, mantienen estrecho vínculo a favor de la tranquilidad y seguridad social) o de los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, nuestros jueces son padres, hijos, hermanas, tíos, sobrinos, suegras, abuelos o vecinos que viven bajo el mismo techo o en la vivienda contigua, en idéntica situación, con iguales limitaciones, los mismos sueños, proyectos o insatisfacciones.

Son esos que queman pestañas madrugada adentro para actualizar conocimientos y preparación en torno a nuevas leyes o normas jurídicas, que buscan una justicia cada vez más efectiva y transparente.

Y son los que, con latido de sociedad, abren puertas a las nuevas generaciones para aumentar la cultura jurídica; plantan bandera mediante la tarea denominada Juez de Ejecución, en aras de una correcta inserción social y laboral de quienes cumplen sanción en libertad; sienten como hijos a los estudiantes de nivel medio y superior en Derecho, o tocan campana dentro del hogar para preparar una valija de ayuda a damnificados por fenómenos naturales, en cualquier parte del archipiélago o fuera de él, si hiciera falta.

No nacieron solos nuestros tribunales el vigésimo tercer día de aquel diciembre (1973). De un fértil vientre llamado Revolución brotó también la Fiscalía General de la República de Cuba. Vestido de verde olivo y con grados de Comandante, el padre de ambos observaba sonriente.

El país contaba así con bases más sólidas para ejercer el control de la investigación penal, la acción penal pública en representación del Estado, velar por el estricto cumplimiento de la Constitución, las leyes y demás disposiciones legales, así como obrar con sentido de lo justo, racionalidad, prontitud, respeto a las garantías, a la realización plena de los derechos, y al cumplimiento de los deberes y obligaciones de las personas naturales y jurídicas, entre otros objetivos.

Fue aquel apenas el comienzo, la raíz del árbol. Hoy son una gran familia, un ejército de justicia diseminado por todo el archipiélago.

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…