Mariana Grajales sintetizó la entrega y el heroísmo de todas las mujeres que lucharon por la libertad de Cuba. A 131 años de su fallecimiento, una representación del pueblo se dio cita en el Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia para honrar su memoria.
Ofrenda a nombre de los santiagueros y flores sueltas fueron depositadas en el monumento donde reposan sus restos.

Nayibi Rodríguez Lobaina, Miembro del Secretariado Provincial de la Federación de Mujeres Cubanas aseveró que: «Mariana tuvo una educación ética de sus padres, que junto al aborrecimiento de la esclavitud y la explotación colonial, conformaron los principios patrióticos de aquella valiente y decidida mujer. Valores que supo transmitir años después, cuando a uno de sus hijos, el más pequeño, le dijo «Y tú, empínate, ya es hora de que vayas a dar tu vida por la patria». Es por ello que a las federadas santiagueras siempre nos acompañará la firmeza, el entusiasmo y el valor a toda prueba de nuestra querida Mariana; mujer que con su ejemplo sublime acompaña la intransigencia de los mambises de nuestros días, que defienden y salvan la Cuba que ella tanto amó y a la que consagró su vida y la de su familia. Vivimos tiempos de hacer y levantar, tiempos de juntar voluntades y andar en cuadro apretado, reforzar los valores éticos y morales, enfrentar de manera resuelta y sistemática las manifestaciones de violencia de género, las indisciplinas sociales y otros problemas que obstaculizan que avance nuestra sociedad. Nuestro deber es garantizar la continuidad histórica y el patriotismo que nos une, bajo la firme convicción de que somos cubanas vendedoras de imposibles».
La madre de los Maceo y de los cubanos entregó a todos sus hijos a la patria, convirtiéndose en una mambisa cuyo legado persiste en el combate que hoy libran los cubanos por mantener los ideales de justicia alcanzados.
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Periodista
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