miércoles 10 septiembre 2025

Mucho ha llovido desde el primer órgano de normas fundado en Inglaterra en 1901, pero hasta tsunamis y terremotos sacudieron los mostradores en Santiago de Cuba, no sólo por el cambio de las herramientas y accesorios de medición, sino por las pillerías, trampas y las llamadas “jugadas perfectas” ante los ojos de muchos que miran, pero no observan, algunos de estos “raptaperros” pasaron cursitos de magia y se entrenan antes de ir para su establecimiento, ya sea la carnicería, la tienda de víveres o una carpa, muy de moda ahora.

El reciente Decreto Ley No. 8 de Normalización, Metrología, Calidad y Acreditación todavía no ha tenido un efecto en el control o disminución de estos delitos en el pesaje

Ni siquiera con la aparición de pesas digitales se controla o desaparecen estas fechorías de robos y más trucos contra los deberes y derechos de los consumidores, y cuando un inspector detecta la trampa, inmediatamente, se miran entre sí hasta que el dependiente dice a toda luz: “vamos a conversar”. Se paró la cola y después de un tiempo prudencial, reinician los servicios. Y aquí no pasó nada señores, pero ojo, la ola de discusiones fuertes se apodera del mostrador, porque todos reclaman hasta el mínimo kilo, cada onza y el balanceo sin forzar la pesa.

Las demandan no cesan. Unos dicen: “Lo que no se puede permitir son pesas digitales en kilogramos y los precios de los productos en libras”. “Si la pesa es considera no apta debe ser retirada”. “Las pesas deben tener la certificación actualizada del Centro de Metrología y Normalización”. “Los trabajadores inescrupulosos sancionados, ¿por qué tienen que ser promovidos para otra unidad?”.

Si de fechorías reiteradas se trata, oiga, hasta el delegado debería responder, porque en centros urbanos como Versalles, Antonio Maceo, Vista Hermosa, Altamira y Veguita de Galo cursan estos trucos, abiertamente, por ejemplo:

Cajas de plástico encima de las balanzas, pesas inventadas, cambios de pesas sin enumeración o identidad del peso, debajo, en el bolsillo y hasta en el propio mostrador está el uso de imán, ora para frotarse las manos, ora para alterar el pesaje. Los pillos también incrustan aceros de bicicleta o pedacitos de plomo, además, del envejecimiento y variedad de modelos de medición aún utilizados en varias unidades, a pesar de los supuestos “controles” por parte de los inspectores o auditores.

Susto y revuelos ocurren si llega alguien no inspector, ni funcionario, por ejemplo, en mi caso, periodista, y advierte a una señora: “te dieron la mercancía mal, porque él balanceó el dispositivo.” Viene el  administrador y pregunta, luego del resumen pide comprobación. En efectivo, faltan 2 libras y media de boniato, entonces, le pregunta al dependiente del mercadito: “¿qué te pasó? —Es que no me di cuenta. Y para controlar a los presentes queda como máxima: “no se preocupen, eso tendrá una respuesta”. Y fue verdad. Una respuesta nula, siguió el mismo vendedor estafando, pero en otro puesto del mismo local.

Cuando sorprendes in franganti a cualquier estafador ocurren sustos, si además le dices al afectado: “te dieron la mercancía mal, porque él balanceó el dispositivo.

Otros que dicen ser “vivos”, utilizan una relación de precio-consumidor-libra-precio, porque sucede que si él muestra seguridad y rapidez en el despacho, nadie le puede cuestionar, y ahí está la tablilla que él inventó, pero el comprador comete el error en atender la correspondencia visible y no el peso que le despachan.

Cuba emitió en 1982 el Decreto Ley No. 62 “De la implantación del Sistema Internacional de Unidades (SI)”, pero luego ajustó con el Decreto Ley No. 8 de Normalización, Metrología, Calidad y Acreditación que contempla siete unidades de medida básicas (metro, kilogramo, segundo, ampere, kelvin, mole, candela) y dos suplementarias (radián y estereorradián). Significa que “el equivalente a un kilogramo son 1000 gramos. A pesar de ello, la conversión para vendedores y clientes continúa siendo un problema al contarse en el país con una gran cantidad de pesas mecánicas cuyo sistema de unidades de medida está expresado en libras y no en kilogramos.”

Se volverán a producir balanzas y básculas en Cuba

A la obsolescencia y variedad de modelos siguen los “errores”, las trampas intencionadas. Ya es común que en ferias agropecuarias en Santiago de Cuba, una cooperativa o varias utilicen “balanzas mecánicas de hasta 10 kilogramos y de las balanzas colgantes de hasta 100 kilogramos, las cuales son ilegales al no cumplir los requisitos técnico-metrológicos, como el tipo de material con que se fabrican (aluminio y plomo, fundamentalmente) y los exámenes de aptitud: fidelidad y sensibilidad, entre otros.”

Usted puede acceder ante cualquier duda o reclamación de sus derechos y deberes contenidos en el Decreto Ley No. 8 de Normalización, Metrología, Calidad y Acreditación, publicado el 1 de octubre de 2020, en la Gaceta de Cuba

El Decreto Ley No. 8 de Normalización, Metrología, Calidad y Acreditación es bien claro sobre el sistema de norma oficial en Cuba, aunque en muchos lugares no se aplica, lo cual implica una violación.
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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
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