sábado 25 octubre 2025

Longeva de 96 años con vasta historia en los CDR

Santiago de Cuba, al igual que el resto del país, atesora historias de vida que tributan a las más sublimes virtudes de los seres humanos, la entrega fiel e incondicional al bien social.

Así en tal dimensión se distingue una mujer, Dulce María Rodríguez, quien, cual flor tierna y vigorosa propio de su natural condición, porta una obra digna de admiración a sus 96 años; onomástico celebrado recientemente por sus vecinos de 4ta esquina a H en el Reparto Sueño, de Santiago de Cuba. Allí en toda la barriada están las huellas de su activismo ferviente en los Comités de Defensa de la Revolución, desde su fundación.

Según María del Carmen Díaz, jubilada de la prensa santiaguera y divulgadora de la Asociación de Canarios “Leonor Pérez”, a la que pertenece Dulce María, le consta la satisfacción y el orgullo que siente esta longeva por haber dedicado gran parte de su vida a la actividad cederista. En su casa se creó el tercer CDR de “Sueño” y permaneció en su dirección por 42 años; más de cuatro décadas entregadas por entero con resultados destacados en las donaciones de sangre, guardias cederistas, trabajos voluntarios, recogidas de materias primas y otras muchas tareas, que demandaba la Revolución.

“Ella siempre recuerda, entre otros muchos momentos, cuando su CDR No. 8 de la zona 113 Josué País, fue escogido para recibir a los cosmonautas Yuri Romanenko y Arnaldo Tamayo Méndez”.

Más la historia de Dulce María tiene un antecedente glorioso, ya que durante la lucha del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, colaboró en muchas ocasiones con el traslado de combustible y otros insumos, en un camión de su propiedad, vehículo que fuera destrozado por un bombardeo de la aviación batistiana.

Como María del Carmen dice, “Dulce María no se cruzó de brazos, sino que puso en función  su oficio de corte y costura en la confección de hamacas y uniformes para los rebeldes, y especialmente el de Fidel. Cuando se encontraba a las puertas la entrada de los barbudos a Santiago de Cuba, se le encargó la confección de uniformes para sustituir los deteriorados. Los hizo con rapidez y envió uno de talla grande para el líder victorioso”.

Dulce María tuvo cuatro hijos y de ellos cuatro nietos y seis bisnietos, pero su familia se extiende a todos sus vecinos y compañeros de la Asociación de Canarios, quienes la respetan y admiran mucho y aunque ya no mantiene el mismo ímpetu, siempre está presta a colaborar y siente la complacencia  de haber  entregado sus fuerzas y amor a los CDR y a la Revolución.

“Ahora la presidencia del Comité está a cargo de mi yerno y participo en la medida de mis posibilidades, porque mantendré mi compromiso con la grandiosa obra revolucionaria hasta el último aliento”.

Destacadas
Comentarios
Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
Suscribirse
Notificar de
guest

0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios