Entre muchas ausencias de hoy, llama la atención el desconocimiento de las luchas de los transportistas contra los dictadores Gerardo Machado y Fulgencio Batista, y es que, no existe un presente, ni mirada futura, sin el pasado, por eso, el Secretariado Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba, reivindica a uno de sus pilares: José María Pérez Capote, en los 113 años de su natalicio y en los 67 de su asesinato, como lo quiso el magnate de Villa Kuquine.

Mientras Batista atesoraba una colección valorada “en 300 000 pesos equivalentes a dólares”, los transportistas con su líder José María Pérez, demandaron la reposición de los excluidos de sus puestos laborales, “la creación del escalafón laboral y la pareja de chofer y cobrador para cada carro, así como aumentos salariales y supresión del despido arbitrario por parte de la patronal.”
José María Pérez Capote, no fue sólo una de las glorias de San Antonio de los Baños, sino del sindicato de los ferroviarios nacional, militó en el Partido Comunista, pero antes estuvo en la Liga Juvenil Comunista, entonces, laboró en la Empresa de Ómnibus Cuba SA que lanzó a las calles a más de setecientos trabajadores, por esa rebeldía sostenida e inclaudicable, nunca lo magnates y políticos lo vieron con buenos ojos, y mucho menos, en el gobierno del “Asno con Garras” derrocado por la huelga que estalló contra la dictadura machadista.
Capote fue representante a la Cámara de Representantes, no fue un analfabeto, ni desactualizado ante el acontecer de los duros años treinta, en una de las mayores crisis vividas en Cuba. Estuvo en la misma huelga en la que fue asesinado Rafael Trejo; entonces, existió un seguimiento contra José María.

De su ascenso en el liderazgo dentro del movimiento obrero transportista se supo que ingresó en el gremio en 1935, al año siguiente integró la Secretaria General de Empleados y Obreros de Ómnibus Alidos; veinticuatro meses después estuvo al frente de la Federación de Trabajadores de la Provincia de la Habana y un año más tarde, asistió a la constitución de la Confederación de Trabajadores de Cuba.
No demoró en la integración del Departamento Juvenil de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC), su promoción como suplente a la Asamblea Constituyente de 1940, hasta que vino el golpe de Estado de Batista el 10 de marzo de 1952 y los atentados directos contra los líderes y sedes sindicales; una batalla campal de la cual salió ileso, pero no por mucho tiempo tras la agudización de la crisis, los atropellos contra el movimiento obrero y todo quien -por sospecha o no- estuvo o compartía las ideas de los asaltante al Moncada.
El dictador Batista nunca asimiló a líderes obreros como José María Pérez Capote, porque el señor Zaldívar acumuló suficiente odio y rabia contra la clase trabajadora desde que estuvo en el ejército hasta que se convirtió –a golpes y porrazos– como el influyente político y “Señor Presidente de la República de Cuba”.
A manos de la soldadesca que obedecía al teniente Julio Stelio Laurent, llegó el cuerpo muy maltratado de José María Pérez Capote, arrestado entre las calles Reina y Galiano, en la capital cubana, por orden del coronel Conrado Carratalá Ugalde, jefe del Departamento de Dirección de la Policía Nacional.
De las sesiones de torturas ordenadas por Carratalá Ugalde fue trasladado el líder transportista al sanguinario teniente Julio Stelio Laurent. La verdad llegó a todos los confines de Cuba; después de tantos atropellos, José María Pérez Capote fue lanzado al mar el 20 de noviembre de 1957.
Luego se supo al triunfar la revolución cubana en 1959, la constitución Consejo de Guerra Revolucionario, “contra 26 acusados por el delito continuado de asesinato precedido de torturas, vejaciones y lesiones graves”. Se corroboró que fueron lanzados al mar líderes del levantamiento armado del 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos, por ejemplo, Dionisio San Román Toledo y Alejandro González Brito. Después, como se apunta arriba, el cuerpo de José María Pérez Capote, el 20 de noviembre de 1957.
Se trata de una historia extendida ahora a las nuevas generaciones, en especial, por la CTC Santiago, a cada una de las secciones, buroes y comités sindicales, como parte de las acciones por el 22 Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba y los 67 años del asesinato de José María Pérez Capote, líder transportista cubano.
De ahí que es un alto honor recibir hoy la Distinción José María Pérez. Distinción honorífica instituida en homenaje al líder histórico de los transportistas cubanos José María Pérez Capote que fue establecida por el Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte que se otorga a los hombres y mujeres del sector con una larga y fructífera trayectoria de trabajo.
