Todo comenzó el 9 de enero de 2024, cuando funcionarios de la empresa Aguas Santiago decidieron iniciar la rehabilitación de una tubería maestra que transporta los residuos de varios edificios hasta una fosa recolectora, ubicada a 10 metros del lateral del edificio 15 (militar) en el reparto Rajayoga de la ciudad de Santiago de Cuba.
Ese día, utilizando una retroexcavadora, cavaron una zanja en la parte trasera del edificio, la cual pronto se llenó de agua estancada y contaminada, generando un fuerte hedor, así como la proliferación de mosquitos y otros insectos transmisores de enfermedades. La situación se tornó insostenible para los residentes.
Durante más de seis meses, los vecinos, especialmente los del edificio 15, realizaron numerosas gestiones con las autoridades gubernamentales, el delegado de la circunscripción del poder popular y la dirección municipal de higiene y epidemiología. A pesar de las constantes quejas y desavenencias, la situación no mejoraba.
Finalmente, tras seis meses y seis días, la “brigada de Jorge” de la empresa Aguas Santiago se presentó con una firme promesa: “No nos iremos de aquí hasta terminar la obra; esta es la mejor respuesta que ustedes merecen”, aseguró Mayeta, técnico representante de la entidad en el consejo popular.
El equipo de trabajadores se dedicó con gran empeño, durante cinco días, a cumplir su misión, enfrentando condiciones adversas y realizando labores manuales cuando la tecnología no funcionaba, poniendo incluso en riesgo su propia salud.
Jorge Luis Alba, jefe de la brigada de mantenimiento y construcción de Aguas Santiago, quiso destacar el reconocimiento merecido a sus compañeros por tanta dedicación y entrega y aprovechó la ocasión para agradecer la solidaridad de los vecinos, quienes compartieron con ellos el agua fría, el café, el té; cigarrillos y tabacos y, en ocasiones, hasta la merienda.
Al ser consultado sobre la cohesión del grupo, Jorge Luis Alba comentó: “Lo que usted ha visto aquí es un equipo que comparte conocimientos y responsabilidades desde hace 20 años trabajando juntos; somos una verdadera familia”.
“En nombre de los vecinos de esta parte de Rajayoga les damos las gracias”, expresó una dirigente de la delegación de la federación de mujeres cubanas (FMC) del edificio 15, en el momento que les ofertaba cigarros y tabacos a los que fumaban.
