sábado 02 agosto 2025

Apuntes sobre la temporada ciclónica en Santiago de Cuba

Leonardo estaba de guardia en la garita del estacionamiento de la Radio en Aguilera 511 durante la noche del 24 al 25 de octubre de 2012. Entre las 12 y la 1 de la madrugada, lo llamé para saber cómo estaba. Me respondió: “Esto es un infierno, los techos de zinc y de fibrocemento vuelan y caen por todas partes, y la calle está llena de escombros; el viento es muy fuerte…”.  Así fue la desmedida y despiadada visita del huracán Sandy a Santiago de Cuba en 2012.

Contrario a los pronósticos, el primer mes de la temporada ciclónica pasó desapercibido, sin indicios de fenómenos atmosféricos significativos: apenas lluvias, chubascos y tormentas eléctricas en este territorio del sur oriente de Cuba.

Esto no significa que Santiago de Cuba sea tan “afortunado” de evitar estos fenómenos naturales este año. Aunque los daños potenciales podrían ser incalculables, también se espera que estos eventos contribuyan al abastecimiento de agua en los embalses de la provincia, vital para la agricultura y otros planes de desarrollo.

Para 2024, los pronósticos indican que las “condiciones oceánicas y atmosféricas son favorables para el desarrollo de ciclones”. Los expertos predicen la formación de unos 20 ciclones en la cuenca del Atlántico Norte, el mar Caribe y el golfo de México. La probabilidad de que al menos dos de estos eventos afecten a Cuba oscila entre el 80% y el 90%. La pregunta es: ¿cuántos de estos organismos tropicales afectarán a Santiago de Cuba? Hasta ahora, nadie lo ha pronosticado.

Lo que sí está claro es la posibilidad de ser afectados, por lo que se deben adoptar medidas para reducir los riesgos relacionados con la vida humana y la economía; se puede avanzar significativamente con medidas que están bien identificadas en los manuales de la Defensa Civil Cubana (DC).

Es sabido que algunas entidades deben trabajar en acciones preventivas, pero a veces solo se activan de manera responsable cuando los eventos son inminentes y se transita por las fases Informativa, Alerta y Alarma ciclónica. Esto no está bien; a pesar de la escasez de recursos para acometer tareas preventivas, es crucial enfrentar estos problemas antes de que se compliquen y se vuelvan casi imposibles de resolver.

Los expertos recomiendan estar preparados y atentos a las actualizaciones del Instituto de Meteorología y la DC. Entre las acciones a tomar de forma sistemática se incluyen la poda de árboles, la limpieza de tragantes y alcantarillados, asegurar techos y ventanas, y la sustitución de postes del tendido eléctrico y telefónico defectuosos, entre otras medidas.

El huracán Sandy fue un duro golpe para Santiago de Cuba. Algunos consideran que “en parte nos sorprendió”: hubo 11 víctimas mortales, unas 171 mil 380 casas dañadas y alrededor de 15 mil 880 quedaron totalmente destruidas. Solo pensar en tal calamidad debería motivarnos a estar entre los más previsores del país.

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…