Desde MIL 993 la Asamblea General de la ONU estableció que cada 22 de marzo se celebre el Día Mundial del Agua, que este año tiene como lema: “Agua para la paz”, con el propósito de que se tome conciencia de que ese es un recurso que, aunque renovable, escasea cada vez más debido a su uso irracional en la agricultura, la industria y el consumo humano, a lo cual se une la falta de lluvia en muchas regiones de orbe y la contaminación de las fuentes de abasto.
En la actualidad, un 25 % de la población todavía no dispone de un fácil acceso al agua potable cerca de su hogar, lo que les obliga a pasar horas haciendo cola o trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a problemas de salud debido al consumo de agua contaminada.
Para 2050, la población mundial habrá aumentado en unos 2.000 millones de personas y la demanda mundial de agua podría llegar a ser un 30% superior a la actual.
Se estima que la población mundial crece como promedio anual en 85 MILLONES de personas, lo que provoca que el consumo de agua se haya sextuplicado desde MIL 900 hasta nuestros días, lo que hace predecir que para el DOS MIL 35 la mitad de los habitantes de la tierra vivirán en países donde habrá graves problemas por la carencia del vital líquido, incluso se dice que la posesión de las fuentes de abasto provocará guerra entre muchas naciones.
Los que habitamos en el archipiélago cubano no escapamos de la escasez de agua, teniendo en cuenta que sin grandes recursos hídricos dependemos de las lluvias, que por cierto, cada vez se presentan menos lo que hace que en algunas regiones la situación sea muy tensa con graves afectaciones en todos los sentidos.
El derroche de agua se mantiene por una u otra razón, por lo que recordamos a todos en una fecha como la de hoy Día Mundial del Agua, que esa que derrochemos hoy nos hará falta mañana.