El equipo Cuba sufrió un agobiante revés que ensombreció aún más su pálida actuación en el torneo beisbolero de los Juegos Panamericanos Santiago 2023 al quedar tendido al campo con pizarra de 5 carreras por 4 frente a República Dominicana en partido para discutir la quinta plaza del certamen y por lo tanto nuestra selección nacional dejó una huella digna del olvido que califica como su peor resultado en la historia de esta lid.
Los magros antecedentes del equipo dominicano en el certamen, a tenor una muy discreta nómina, hacian pensar que el equipo cubano podría decir adiós con un resultado triunfal que les asegurara el quinto lugar y mitigara las frustraciones precedentes pero el desenlace por el contrario vino a aumentar las angustias ya acumuladas.
Un agresivo inicio ante el abridor dominicano Porfirio López ,a quien sacaron de la lomita en apenas una entrada y un tercio con ocho jits endosados y cuatro carreras inmaculadas, parecían darle tono de fiesta al cierre cubano; sin embargo los quisqueyanos fueron estrechando la diferencia paulatinamente con anotaciones a cuentagotas en los episodios primero, tercero y cuarto hasta dejar estrecho margen de 4 x 3 en la pizarra.
Así las cosas, la pulseada se mantuvo sin cambios hasta la parte baja del séptimo cuando tomó cuerpo el fatídico desenlace.
En ese epílogo el alto mando cubano imposibilitado de utilizar a su cerrador oficial, Frank Abel Álvarez quien estaba aquejado por un absceso dental, decidió darle la encomienda al curtido monticulista tunero Carlos Juan Viera pero el diestro, flamante refuerzo de los Caribes de Anzoátegui en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, no pudo cumplir su misión satisfactoriamente.
Viera despachó al primer bateador por la vía de los strikes, luego concedió boleto al siguiente artillero y en esa situación un elevado a lo profundo de la banda izquierda dio lugar a un error en fildeo del patrullero Luis González, de modo que los dominicanos colocaron corredores en tercera y segunda con solamente un out, es decir la del empate en tercera y la de la victoria en segunda.
En medio de este escenario llegó a la caja de bateo Elier Hernández y asestó la estocada final al disparar metrallazo a la banda izquierda que propulsó a los dos corredores y desató la fiesta dominicana.
Ganó el partido el relevista Hansel Paulino y lo perdió Carlos Juan Viera.
Cuba desplegó en el choque ofensiva de once imparables pero el ataque solamente dio frutos en las dos primeras entradas pues del tercero al séptimo recibieron cinco argollas consecutivas.
Los más activos con el madero fueron los cuatro primeros hombres del line up, cada uno de ellos con dos indiscutibles, tales Roel Santos, Yoelkis Guibert, Roberto Baldoquín y Yurisbel Gracial.
Por lo tanto el equipo Cuba regresa con los sueños convertidos en pesadilla y de momento hay que seguir atados al recuerdo del año 2007 cuando acariciamos el último cetro beisbolero en estas citas multideportivas.
No puedo dejar de mencionar la vulnerabilidad defensiva del equipo, no recuerdo un desempeño tan negativo en este sentido (terminaron con promedio de .951 y saldo de seis pifias) y no puede aducirse que sean problemas del terreno pues en más de un caso se trató de conexiones por aire.
En fin, una nueva cuota de sinsabores que sigue preñando de interrogantes el panorama beisbolero nacional y que naturalmente demanda nuevos análisis y sobre todo nuevas acciones que abran cauce a tiempos mejores.
¡Me duele!.
La verdad es que no tenemos tiempo ni para soñar; antes de llegar a ese juego, debacle podría llamarse, hubo indecisiones o decisiones inaceptables que propiciaron que llegáramos en tal situación con los dominicanos. Primero, no se sustituyó en el turno al bate por un emergente al receptor en el juego contra Venezuela; segundo, no se sustituyó a Mujica, lesionado, frente a Brasil, y propició el doble play. ¿ Quién duda que por ahí se nos fueron posibilidades?. Bueno, lo hecho ya no tiene remedio; que la nostalgia nos sirva para mejores análisis técnico-tactico-estratégico. ¡Me duele!.