José Martí se graduó durante su exilio en España de Derecho Civil, Filosofía y Letras, pero el oficio que probablemente desarrolló más fue el del periodismo. Específicamente en la prensa plana porque aunque hace unos años se tuvo la esperanza de que Thomas Edison grabara su voz, el cilindro aun no se ha encontrado.
Tenía 16 años cuando escribió sus primeros reportes para EL Diablo Cojuelo que fundara con Fermin Valdés Domínguez. No es de extrañar entonces que en sus obras completas se le dedicara al menos el tomo 23 a su periodismo disperso, pero en realidad hay muchas otras piezas de este tipo en el resto de los volúmenes. Su obra cumbre fue la creación del periódico Patria, el 14 de marzo de 1892, fecha por la cual se conmemora el día de la prensa en Cuba.
Los estudiosos de su obra resaltan que tus textos eran apasionados y emocionales, pero también estaban fundamentados en hechos y datos concretos. Los temas tratados se enfocaban desde la educación y la cultura, y buscaban promover los valores de libertad y justicia. Defendía la idea de una Cuba libre y soberana, independiente de cualquier potencia extranjera. También criticaba la corrupción y el nepotismo del gobierno español y de las élites cubanas.
Destacan entre sus páginas su preocupación por el arte, y los avances científicos técnicos, por la historia de la nación cubana y sus prominentes hijos, por las culturas de los pueblos entre los que vivió con vocación de sociólogo según han señalado algunos.
¿Qué periodismo haría José Martí hoy? ¿Cuáles serían sus nuevas batallas por la libertad, la justicia, y la equidad? ¿Tendría un perfil en Twitter, o un canal en Youtube? Eso no lo sabremos nunca a ciencia cierta. Me quedo
como norte, con su reflexión de 1875: “la prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante; es proposición, estudio, examen y consejo.”