Santiago de Cuba, 5 ene.—El 5 de enero de 1959, a pocos días del Triunfo de la Revolución se constituía oficialmente, la que hoy conocemos como Policía Nacional Revolucionaria (PNR), integrada por un grupo de miembros del Ejército Rebelde y de luchadores clandestinos, cuya primera misión fue garantizar la llegada a La Habana de la Caravana de la Libertad con el Comandante en Jefe Fidel Castro al frente.
Sin embargo el antecedente de este hecho lo tenemos en plena lucha insurreccional, específicamente en el Segundo Frente Oriental Frank País García, cuando en octubre de 1958, el entonces Comandante Raúl Castro emitió la Orden Militar 49 o Ley Orgánica, cuyo artículo 14 creaba la sección de la Policía Rebelde, encargada de garantizar un orden interior más sólido en las zonas montañosas del oriente cubano.
La policía rebelde era entonces la representación ante el pueblo del Ejército Rebelde y sus integrantes a pie o a caballo salían a cumplir las misiones asignadas, auxiliadas por los campesinos de las zonas liberadas, ejerciendo su autoridad y sobre todo en el respaldo con justicia a los humildes, hasta que se creó la primera unidad policial urbana en 1959, en San Luis.
Por tanto, aquel 5 de enero hace 63 años surgía una Policía de nuevo tipo, que borrara de la mentalidad de la población la de ese cuerpo represivo al servicio de los gobiernos de turno que imponían el orden a través del terror, los crímenes políticos, el maltrato, el abuso de poder y la corrupción, a favor de dictadores como Gerardo Machado o Fulgencio Batista.
Desde ese 5 de enero hasta nuestros días, la Policía Nacional Revolucionaria ha sido un cuerpo ejemplar, no solo en el enfrentamiento al enemigo interno, sino también defendiendo a la Revolución con las armas en las manos y como lo hizo en Paya Girón, en la lucha contra bandidos en el Escambray y en el cumplimiento de misiones internacionalistas en otras tierras del mundo.
Hoy por lógica del desarrollo, nuestra policía es más capaz e inteligente, mucho más profesional en el cumplimiento de las misiones que tiene como parte del Ministerio de Interior, dotada de los medios que le permiten perfeccionar su labor, la cual exige una constante y completa preparación de sus integrantes hombres y mujeres.
En resumen recordemos lo dicho, por el General de Ejército Raúl Castro sobre nuestra Policía Nacional Revolucionaria actual: «No basta con dotarlos de novedosos recursos y sofisticados sistemas técnico-operativo, no basta, incluso, con impartirles una adecuada preparación, si la determinante, que es la conciencia, la ética, la responsabilidad y la vergüenza, revolucionaria de cada combatiente, sea cual fuere la graduación o jerarquía, no está a la altura de lo que exigen el pueblo en las difíciles circunstancias del momento que atravesamos»
Los hombres y mujeres que tienen hoy el honor de vestir el glorioso uniforme en nuestra Policía Nacional Revolucionaria, tienen el cariño y aprecio del pueblo, porque ellos forman parte de una institución que la Revolución concibió para el bienestar de todos los cubanos y así debe ser.
