Santiago de Cuba, 21 oct.— Con la entrega de la distinción Palma Real al conservatorio Esteban Salas y la placa José María Heredia a personalidades e instituciones cerró la jornada por el Día de la Cultura Cubana en esta provincia.
Entre los acreedores del máximo reconocimiento otorgado por la Dirección del ramo en el territorio sobresalen Juan Antonio Tejera, Maikel Oduardo, Iván Acosta, Máximo Espinosa, Estudios Siboney, Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, Teatro Heredia y el proyecto Bayate, ruta para una historia.
Gerardo Houdayer, uno de los distinguidos, agradeció la deferencia y consagró la placa a todos los artistas e intelectuales fallecidos en el período de pandemia, pérdidas irreparables para la cultura en el país y que se erigen ejemplos para el quehacer cotidiano desde la responsabilidad y el compromiso.
El vicepresidente primero de la Uneac en la localidad suroriental destacó los valores patrios de Heredia, el primer poeta romántico de América, y afirmó que guiados por ellos no negociarán ni entrarán en concesiones con quienes pretenden socavar el sistema social socialista ratificado por la mayoría de los cubanos.
Iván Acosta, profesor del conservatorio Esteban Salas, dedicó la placa José María Heredia a sus profesores y refirió a la ACN que lo obtenido es producto de la formación recibida en lo profesional y personal, y él trata de transmitir a diario a las nuevas generaciones.
Para el septuagenario conservatorio la jornada resultó especial, en tanto el comité provincial de la Uneac le entregó -por segunda vez consecutiva- la Distinción Palma Real, con el propósito de exaltar los aportes del centro al desarrollo cultural de la ciudad y la nación.
Margarita Vaillant, directora de la institución educacional, manifestó su gratitud por el gesto y ratificó la voluntad del claustro de mantener la calidad formativa de los estudiantes, cuyos resultados se evidencian en los premios alcanzados en eventos y concursos dentro y fuera de Cuba.
Tras días de actividad intensa: paneles acerca la racialidad, coloquio por las tres décadas de la Plaza de la Revolución, homenajes, transmisión de capsulares sobre el acontecer teatral de la urbe y sus principales figuras, presentaciones de libros, revistas, fonogramas y exposiciones de artes plásticas concluyó la jornada en Santiago de Cuba, aunque se trata de un adiós temporal porque esta es un territorio que vive en y desde la cultura. (Beatriz Vaillant Rodríguez)
