Bayamo, 5 abr.— Con un grito al unísono e improvisadas congas desde cada hogar, miles de habitantes en toda la geografía de la oriental provincia de Granma festejaron hoy el triunfo de su equipo en la gran final de la LX Serie Nacional de Béisbol.
Dominando el susto y las emociones hasta el último minuto frente a la garra y entrega del conjunto matancero, el pueblo todo, desde niños hasta adultos mayores, disfrutaron la espectacular remontada y dieron rienda suelta a la alegría tras el batazo del talentoso jovencito Guillermo García García, que materializó el tercer título de los Alazanes en los clásicos de la pelota cubana.
Al ritmo de instrumentos musicales mayormente improvisados con utensilios de cocina y otros objetos, y desde el interior de las viviendas, como medida de protección para evitar contagios por la pandemia de la COVID-19, los vecinos del reparto Rosa La Bayamesa, de la capital provincial, recibieron la victoria de los discípulos de Carlos Martí Santos.
Agarré una cuchara y una olla, corrí hasta portal de la casa y me sumé a la algarabía del barrio, resaltó vía telefónica, desde la calle 16, Yenisey Cardona, quien aseguró a la Agencia Cubana de Noticias sentirse profundamente emocionada por la remontada del equipo granmense, que supo venir de abajo, poco a poco, hasta dejar al campo a los Cocodrilos de Matanzas en este sexto juego.
Bryan Navarro, natural de Guantánamo y residente desde hace cuatro años en la Ciudad Monumento Nacional, destacó su regocijo tras el triunfo, pues ya siente por Granma y disfruta cada logro beisbolero de la suroriental provincia.
Sentí tanta confianza en el poder al bate de Guillermo García que cuando este asumió en el partido su último turno al bate ni siquiera esperé a ver el hit definitivo, dejé mi puesto frente al televisor con la seguridad del tercer campeonato ganado.
Igual pasión, orgullo y goce por la victoria de los Alazanes inundan los hogares de la urbe costera de Manzanillo, cuyos habitantes dieron fe de plena confianza en los Alazanes y compartieron emociones vividas durante la gran final.
El pueblo manzanillero estaba seguro de que nuestros muchachos volverían a ser campeones. Ya son tres coronas en cinco años y seguiremos en combate, afirmó Ricardo González.
Lo muy reñido de la competencia hizo que se viviera con más intensidad el éxito, declaró la joven Mairen Bodaño.
Es una lástima que la situación epidemiológica provocada por la COVID-19 no permita disfrutar como merecen el equipo y su afición, pero aun así y festejamos desde los hogares.
Con flores blancas en las manos para resaltar la dignidad de su conjunto, Porfilio González dio vítores y aplaudió a los Alazanes, al tiempo que afirmó estar viviendo una alegría inmensa.
Convencidos de la necesidad de replicar el ejemplo de los peloteros de Granma en otra dura pelea, pero por la vida y contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, usuarios de redes sociales y vecinos desde los barrios unieron al festejo el llamado a la cordura, convocando a darle bien duro ahora para vencer también a la COVID-19. (Daimara Pérez Suárez, Annia Pacheco Palomares y Elizabeth Reyes Tases)
