Santiago de Cuba, 19 feb.— Un cambio de paradigma en la conservación de la biodiversidad y la gestión de las áreas protegidas en Cuba, es el propósito del proyecto nacional Conectando Paisajes, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Global y dirigido en la provincia santiaguera por el Centro de Ecosistemas y Biodiversidad (Bioeco).
Cuatro regiones de montañas abarcan este plan: Guaniguanico, Bamburanao, Guamuaya y Nipe-Sagua-Baracoa.
Esta guía maneja de forma práctica e integral el hábitat, la cual unifica las áreas protegidas y sus zonas de influencia, así como implica la aceptación del ser humano como componente paisajístico, explicó a la Agencia Cubana de Noticias Yoira Rivera Quiralta, investigadora de Bioeco.
Mediante la conectividad de los sistemas montañosos, esta labor de investigación práctica, en ejecución durante ocho años, ha logrado integrar en armonía intereses económicos y conservacionistas para mitigar las pérdidas y aumentar la capacidad de generar bienes y servicios medioambientales y mejorar así calidad de vida de los pobladores rurales.
Los corredores biológicos representan una forma novedosa de conservación y podría constituir una nueva categoría de manejo dentro del Sistema Nacional de Áreas protegidas para la protección de la biodiversidad, la fauna y los suelos, puntualizó la coordinadora del proyecto en Santiago de Cuba.
Con la colaboración del Servicio Estatal Forestal y la Empresa Agroforestal Sierra Cristal, preparamos fincas forestales en los municipios Songo La Maya, Segundo Frente, San Luis y Mella, que están en el macizo Nipe- Sagua -Baracoa, y trabajamos el manejo biológico de los lugares preservados Charrascales de Mícara, Pico de Cristal y la Caoba, dijo.
Destacó Rivera Quiralta la labor de las propiedades agroforestales El Ocho, El Guisaso, Carolina y Las Mercedes, con gran variedad de plantas, tipos de vegetación y cultivos.
Refirió la especialista que efectúan prácticas agroecológicas para una producción mayor de cultivos como café y cacao, así como acciones de reforestación con especies maderables y frutales.
Conectando Paisajes en Santiago de Cuba prioriza la educación de los criadores porcinos para enseñarles a obtener producciones más sanas a partir del uso de los residuales de esos animales, no solo el empleo de biodigestores para aprovechar el gas en la cocción de alimentos, sino para utilizar el lodo final como fertilizante, comentó la bióloga.
Se mitiga de esta forma la contaminación ambiental que provoca el excremento de los cerdos, además se garantiza la protección del agua, los suelos y se recupera el patrimonio boscoso.
Por otra parte, el ordenamiento ambiental y forestal con enfoque de paisaje, constituye una herramienta de mucho valor para el gobierno local pues les facilita contar con todas las regulaciones para la toma de decisiones en el uso eficiente de la tierra. (Claudia María Delgado Torres)
