Naciones Unidas, 29 may.— Pese a los continuos llamados a la acción por parte de ONU para enfrentar la pandemia de Covid-19, aún hoy no se aprecia suficiente solidaridad con los paÃses en desarrollo para proporcionarles apoyo masivo y urgente.
Asà advirtió el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, tras concluir el evento de alto nivel sobre financiamiento para el desarrollo en momentos de pandemia y más allá, en el cual participaron de forma virtual jefes de Estado y de Gobierno de 50 naciones.
Esos altos dignatarios junto a lÃderes de entidades financieras internacionales, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, los enviados especiales de Naciones Unidas y la Unión Africana se comprometieron a unirse en torno a soluciones conjuntas a la actual crisis.
Ahora, informó Guterres, los grupos de trabajo establecidos considerarán seis áreas de acción urgente y presentarán un informe en una reunión ministerial a fines de julio próximo.
«Todo lo que hacemos debe estar dirigido a permitir que los paÃses en desarrollo luchen contra la pandemia, mientras mantienen a flote sus comunidades, empresas y economÃas.»
A juicio del secretario general, el evento de alto nivel de la vÃspera fue una reunión de solidaridad con los muchos paÃses en desarrollo que enfrentan consecuencias catastróficas debido a la Covid-19.
La pandemia causa un profundo sufrimiento, más de 350 mil personas han muerto, se registran 5,5 millones de casos de la enfermedad en todo el mundo y detrás de esas cifras, hay una tragedia humana sin precedentes, expresó.
Además, agregó, se registra un impacto particularmente dramático en familias y comunidades de los paÃses en desarrollo, que tienen menos recursos y redes de seguridad débiles.
Desde que comenzó la pandemia, la ONU ha pedido un paquete de ayuda que represente un porcentaje de dos dÃgitos (más del 10 por ciento) de la economÃa global, pero poco se ha podido concretar hasta la fecha.
Según advirtió el titular del organismo multilateral, en medio de pandemia se exacerban enormes fragilidades ya existentes: sistemas de salud débiles, un cambio climático fuera de control y niveles insostenibles de desigualdad.
«Vemos otros signos de esta fragilidad en todas partes, desde el creciente riesgo de proliferación nuclear hasta la ilegalidad del ciberespacio. Ignorar estas señales de advertencia es una arrogancia sin sentido. Las amenazas existenciales exigen humildad, unidad y solidaridad.»
Tras la pandemia, dijo, no se puede contemplar un retorno a las mismas prioridades y sistemas fallidos, sino que urge invertir en recuperación sostenible e inclusiva.
Esta crisis recuerda que las cosas importantes en la vida requieren inversión: en las personas, en bienestar fÃsico y mental, en la protección del medio ambiente y en la lucha contra las desigualdades, incluida la desigualdad de género, subrayó Guterres.
La reunión de la vÃspera buscaba un compromiso de la comunidad internacional para enfocarse en la recuperación socioeconómica y las necesidades financieras derivadas de la pandemia.