La Habana, 29 oct.ā El lugar mĆ”s frĆo de la ruta del Presidente cubano ha sido, hasta este minuto, la ciudad de San Petersburgo. Desde cinco grados Celsius hasta menos uno se movieron los termómetros, mientras la delegación cubana cumplĆa su agenda de trabajo. La lluvia tampoco fue motivo para cancelar una sola de las actividades que el mandatario habĆa planificado.
Y hubo nieve también, tenue, pero suficiente para hacer saltar a los caribeños, al menos en los primeros minutos a la intemperie. Ese fue el tiempo que recibió al Presidente de Cuba en la antigua Leningrado, hoy una ciudad hermosa, moderna, entrañable, que lleva con honor el hecho de no haberse rendido nunca ante el peor asedio nazi.
De otro clima, del que nace de una amistad a prueba del tiempo, tambiĆ©n fue testigo la delegación cubana. Los dos encuentros pactados para este lunes dieron cuenta de esa cercanĆa, motivada por aƱos de una historia compartida. El primero fue con Alexander Beglov, gobernador de San Petersburgo, quien recibió a Miguel DĆaz-Canel en la sede del Gobierno de la ciudad.
En la conversación, resaltaron las relaciones de amistad, las posibilidades de ampliar la colaboración en sectores como la producción de alimentos, la biotecnologĆa, la robótica, la industria, la energĆa, la educación y el intercambio cultural; asĆ como el apoyo mutuo en causas como la lucha contra el bloqueo a la Isla y la imposición de medidas económicas de Estados Unidos a Rusia.
DĆaz-Canel actualizó a su contraparte sobre la situación que atraviesa la Isla con el recrudecimiento del cerco económico y la persecución que el gobierno norteamericano emprende contra navieras que trasladan combustible a puertos cubanos. Nada de eso nos va a hacer rendir, sentenció el mandatario, seguiremos avanzando en nuestros programas de desarrollo.
También el Presidente de la Asamblea Legislativa, Viacheslav Makarov, recibió a la delegación cubana, a quienes dirigió palabras de cariño y apoyo. MÔs de una vez reiteró la frase de que «Cuba es la Isla de la libertad»; destacó el sentido afecto del pueblo ruso hacia el pueblo cubano; y puso énfasis, sobre todo, en afianzar en las generaciones mÔs jóvenes ese cariño mutuo.
El Presidente antillano habló de reforzar los intercambios a nivel parlamentario; detalló el proceso que vivió Cuba con el debate popular que devino en una nueva Constitución; y el amplio ejercicio legislativo que tiene lugar ahora para dar sostén a la Carta Magna.
Como no podĆa ser de otra forma, el estadista cubano concluyó su estancia en San Petersburgo con una visita al Museo sobre el bloqueo a Leningrado, un lugar que duele desde el primer paso por sus salas. La guĆa, nieta de un sobreviviente del feroz cerco nazi, narró al Presidente DĆaz-Canel los horrores vividos por la población del lugar durante los 900 dĆas que duró el asedio.
La muerte por heridas de guerra, hambre, enfermedades y el frĆo atroz alcanzó a mĆ”s de medio millón de personas. En el museo, como huella que aĆŗn duele, estĆ”n los juguetes encontrados en el lago helado que alguna vez sirvió de camino a la vida; la rĆ©plica de un aula para los niƱos a salvo de las bombas que, en los peores aƱos, destruyeron uno de cada cinco edificios de la ciudad; una muestra del pan que se daba diariamente a los leningradences para engaƱar al hambre, 250 gramos a los mayores y 125 gramos a los niƱos. PodrĆa parecer una pelĆcula, como las tantas que despuĆ©s se hicieron; pero no, era el espanto que nació del odio al prójimo.
De ellos escribió el Presidente DĆaz-Canel cuando, al tĆ©rmino del recorrido, dejó sus impresiones sobre el impactante lugar: Ā«Es necesaria esta referencia para no olvidar tan trĆ”gicos acontecimientos y para evitar que nuevamente puedan ocurrir. Un mundo mejor es posible, ese mundo fue defendido por los leningradences, ese mundo tenemos que defenderlo nosotros ahoraĀ». Con esa convicción partió un poco despuĆ©s de la ciudad heroica, donde en mĆ”s de una ocasión dijo sentirse como en casa.
Ya entrada la noche, la delegación llegó a la ciudad de MoscĆŗ para concluir la gira por varios paĆses europeos, que comenzó el 20 de octubre por Irlanda. La amplia comitiva que acompaƱa al Presidente en la capital rusa la integran el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas RuĆz; el canciller Bruno RodrĆguez Parrilla; los ministros del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca DĆaz; de EnergĆa y Minas, RaĆŗl GarcĆa Barreiro; de Transporte, Eduardo RodrĆguez DĆ”vila; de Industrias, Alfredo López ValdĆ©s; de Comunicación, Jorge Luis Perdomo Di-Lella; y de Agricultura, Gustavo RodrĆguez Rollero.
TambiĆ©n estĆ”n la presidenta del Banco Central de Cuba, Irma MartĆnez Castrillón; el presidente de BioCubaFarma, Eduardo MartĆnez DĆaz; la viceministra de Salud, Marcia Cobas Ruiz; y el embajador Gerardo PeƱalver Portal.
SegĆŗn la agenda, para este martes se esperan encuentros con el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin; con el presidente del Gobierno, Dimitri Medvedev; con importantes empresarios rusos; y con cubanos residentes en este paĆs. (Leticia MartĆnez HernĆ”ndez)