Santiago de Cuba, 9 oct.— Ante teatristas, críticos y amantes de la escena se presentó el libro “De la mojiganga al teatro y fiesta de mamarrachos”, de Olga Portuondo Zúñiga y Santiago Portuondo Zúñiga. El texto se cataloga como bibliografía de carácter familiar para el teatro de relaciones.
El teatro de relaciones con su evolución desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad, es sin dudas, parte del patrimonio cultural de Santiago de Cuba. El desarrollo de esta expresión y los artistas que le sirvieron de soporte en las calles y plazas de la ciudad, son temas de estudio de varios especialistas.
Para hablar y ecsribir con propiedad sobre los relacioneros hay que investigar. Oportuno llega el libro “De la mojiganga al teatro y fiesta de mamarrachos” de los autores Olga Portuondo Zúñiga y Santiago Portuondo Zúñiga, un ejemplo más de cuanto se avanza en esta región en relación al estudio de este tipo de teatro que conservó su historia gracias a la tradición oral: “Este es un libro familiar no solo para nosotros, también para Santiago de Cuba, mi hermano comenzó a escribirlo, Santiago Portuondo, y yo lo terminé a raíz de su muerte. Había encontrado una documentación muy interesante que reflejaba antecedentes originarios del teatro de relaciones y los mamarrachos en Santiago.
Se trata de la mojiganga, que no son más que expresiones culturales que nacen en Europa, continúan en España y básicamente son las procesiones o recursos de caminatas por las calles conelementos de música, disfraces, de representación, esto se transmite a América. Cada región tiene una expresión, en Cuba se relaciona con lo africano. Creo que el aporte cultural de este libro está dado desde el hecho que ubica el origen de esta expresión, el teatro de relaciones” declaró Olga Portuondo Zúñiga.
El libro de Ediciones Santiago es una joya para los que investigan las raíces del hecho teatral y también para los artistas: “Olguita nos ofrece visiones sobre un eslabón un poco perdido en esa cronología teatral, nos trae a la historiografía el término de la mojiganga, hasta hace poco ignorado por los historiadores; ella completa esa cronología“, añadió Hortensia Ortiz.