Santiago de Cuba, 9 mar.— La historia de Cuba atesora nombres y acciones de mujeres gloriosas que han llenado a la Patria del lujo enorme de haber nacido de ella, una de estas féminas ilustres es sin dudas Melba Hernández Rodríguez del Rey, oriunda de Cruces, antigua provincia de las Villas solo por nacimiento y de Cuba entera por esa conciliación particular surgida del pueblo y sus líderes.
Ella junto a Haydée Santa María fueron las únicas mujeres que participaron en la acción del Moncada, aquel julio glorioso de 1953 desafiando prejuicios y peligros, allí fueron testigo del crimen horrendo que desataron los esbirros de la dictadura contra sus compañeros y de manera estoica soportaron.
En el juicio seguido a los asaltantes Melba denunció la maniobra que trataban de hacer en contra de Fidel haciendo pública una carta donde este aseguraba estar en perfecto estado de salud, no la intimidó nunca nada y cuando alguien le atribuía los méritos que siempre tuvo, alegaba que solo hizo lo que haría cualquiera, cumplir con su deber, así de sencilla fue la heroína que partió a la eternidad el 9 de marzo del año 2014.
Nos dejó como las estrellas una estela de luz en su viaje hacia la eternidad con marcada fidelidad al líder histórico de la Revolución Fidel Castro y también a Raúl, el compromiso de ser útil siempre a su país, su admiración por la juventud, la solidaridad con otros pueblos, su valentía como cubana en cualquier circunstancia y una lección hermosa en toda su vida que no tuvo limite en la entrega desde muy joven a la causa revolucionaria hasta que le acompañaron sus 93 años.
