Trinidad, Sancti SpĆritus, 16 sep.ā La condición de Ciudad Artesanal del Mundo que hoy se le entregarĆ” de forma oficial a la bella y afamada localidad espirituana de Trinidad deviene punto de partida para desarrollar y fomentar proyectos que permitan mantener esta importante distinción.
Tras varios aƱos de espera, luego de la confección del expediente en el 2015 y la reciente visita del Consejo Mundial de ArtesanĆas, el tĆtulo que por primera vez recibe una ciudad de Cuba y del Caribe, en general, es tambiĆ©n un reconocimiento a las tradiciones que aquĆ se cultivaron a lo largo de los siglos y que, pese a la modernidad, sobreviven.
Al decir de Roberto Ponce de León GarcĆa, presidente del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) en Sancti SpĆritus, quĆ© mejor lugar que la Plaza Mayor, corazón del centro histórico, y los antiquĆsimos edificios que la resguardan, para que la Asamblea Municipal del Poder Popular reciba la condición a nombre de todos los lugareƱos.
Porque definitivamente esta es una distinción que se le otorga al pueblo, a su gente, y no solo al gremio artesanal asociado al FCBC. Es un reconocimiento que va a marcar un antes y un después en la vida de los trinitarios, en su cultura y en su actividaad económica y social, subrayó.
Ponce de León insistió, igualmente, en la responsabilidad que entraña ser Ciudad Artesanal del Mundo, sobre todo por lo que conlleva sostenerla y continuar fomentando las tradiciones para las futuras generaciones.
Puntualizó que a partir de ahora el propio Consejo Mundial de ArtesanĆas y la provincia toda deben comenzar a gestar programas de trabajo, pero, sin duda, son los trinitarios los principales artĆfices de esa permanencia, aclaró.
Todos ellos de una u otra forma contribuyen a que, ademĆ”s de su inclusión en el Patrimonio Cultural de la Humanidad, Trinidad sea oficialmente desde hoy Ciudad Artesanal del Mundo y ahĆ estĆ” una comunidad como Manaca Iznaga, cuna de las mĆ”s genuinas tradiciones y tambiĆ©n plaza fuerte de la lencerĆa y los textiles, significó.
A esa lencerĆa y a esos textiles, que es lo mĆ”s llamativo y lo que se ha conservado en cualquier casa de la otrora villa de 504 aƱos de historia, dijo que se suman, a su vez, la cerĆ”mica o el yarey, por ejemplo, y todos ellos conforman un entresijo de tradiciones sumamente interesantes.
Ciudades de China, India, IrÔn y Chile ostentan también esta condición que en el caso de Trinidad estÔ sustentada en la permanencia y el enriquecimiento de las labores de la aguja y en los esfuerzos institucionales por fomentarla.
Considerada una de las primeras villas establecidas en la Isla por los colonizadores espaƱoles, miles de turistas nacionales y extranjeros llegan cada aƱo a esta sureƱa localidad del centro del paĆs, una de las mejor conservadas del Caribe, para disfrutar de su riquĆsimo patrimonio cultural, histórico y natural. (Yainerys Avila Santos)