El Segundo Frente Oriental Frank País García se erige como un símbolo poderoso de la provincia de Santiago de Cuba, una tierra impregnada de rica historia y una exuberante belleza en sus valles y montañas. Este frente es un reservorio de mujeres y hombres de vanguardia, así como de héroes y heroínas entrañables.
Su nombre no fue elegido al azar, sino que surgió como resultado de la invasión hacia el este de la Sierra Maestra, cuando en marzo de 1958 un grupo de jóvenes guerrilleros, liderados por el comandante Raúl Castro Ruz, se aventuraron a liberar aquel territorio que abarcaba, para entonces, más de 12 mil kilómetros cuadrados.
En esas montañas del Oriente Cubano reinaba la miseria humana, alimentada por un sistema y gobernantes corruptos que solo se ocupaban de acumular fortunas y privilegios para sus familias, cómplices y extranjeros usurpadores. Las precarias condiciones en que vivían los campesinos y sus familias fueron las causas fundamentales que incidieron en el hecho de que, desde los primeros momentos, simpatizaran con la fuerza rebelde y, en cifras significativas, se incorporaran a sus filas y lucharan junto a ellos hasta consolidar la victoria.
Construir el frente no fue un paseo para los rebeldes: antes tuvieron que organizar las fuerzas vivas en aquel extenso territorio y luchar muy duro contra el ejército batistiano, que contó todo el tiempo con el apoyo del gobierno norteamericano, el cual le suministraba armas y todo tipo de logística desde la base naval de Guantánamo y que, al menos en teoría, parecía superior.
Esta “superioridad” del enemigo potenció la necesidad de apoyo a los guerrilleros y fueron los campesinos el entorno más adecuado para satisfacer esas necesidades. Así, los líderes y otros revolucionarios del territorio gestionaron reunirse con el comandante Raúl y se encontraron en Soledad de Mayarí Arriba, el 21 de septiembre de 1958, acontecimiento que pasó a la historia como el Congreso Campesino en Armas.

A esa reunión asistieron más de 200 campesinos de las zonas de Mayarí Arriba, Sagua de Tánamo, Alto Songo, San Luis, Banes, Antillas, Yateras, Baracoa y Guantánamo, liderados por José Ramírez Cruz. Se conversó sobre “la situación económica, política y social del campesinado cubano”; se convocó a la unidad y se acordó “el aporte del 10% de las cosechas y las ventas de animales y madera para la causa revolucionaria”, pero sin dudas, el tema más trascendente fue el de la reforma agraria.
En una parte de su intervención en el congreso, el comandante Raúl Castro Ruz aseguró: “En el día de hoy está gestándose, está naciendo, está creciendo la revolución agraria, que ha de echar las bases de la verdadera revolución cubana”, y adelantó que esa revolución no sería posible sin una profunda reforma agraria.
En el aniversario 66 del Congreso Campesino en Armas, celebrado el 21 de septiembre de 1958 en los predios de la valla de gallos y el salón de baile de Soledad de Mayarí Arriba, en el Segundo Frente, los campesinos siguen comprometidos con la revolución y el desarrollo del campo cubano.