Cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional del Hombre, una fecha destinada a reconocer las contribuciones positivas de los hombres en la familia, la comunidad y la sociedad. Más allá de los estereotipos tradicionales, este día invita a reflexionar sobre la importancia de construir nuevas masculinidades basadas en el respeto, la salud emocional y la responsabilidad social.
La efeméride, instaurada oficialmente en 1999, no busca competir con otras fechas, sino promover temas frecuentemente silenciados, como la salud mental masculina, la prevención del suicidio, las presiones sociales que recaen sobre ellos y la necesidad de fomentar vínculos afectivos más sanos. También pretende destacar a hombres que actúan como modelos positivos: padres presentes, jóvenes solidarios, maestros, trabajadores, líderes comunitarios y ciudadanos que contribuyen a un entorno más justo e igualitario.
En un mundo que avanza hacia relaciones más equitativas, el Día Internacional del Hombre recuerda que ellos también enfrentan desafíos: expectativas rígidas sobre fortaleza, cargas económicas, roles impuestos y pocas oportunidades para hablar de emociones sin prejuicios. Por eso, esta jornada subraya la urgencia de apoyar su bienestar integral, desde la salud física y mental hasta las dinámicas familiares y sociales.
En Cuba, Latinoamérica y el resto del mundo, el 19 de noviembre se convierte en una oportunidad para reconocer a esos hombres que trabajan desde el respeto, la responsabilidad y la empatía. Hombres que construyen, acompañan y aportan; que entienden que la igualdad también los libera; que apuestan por la solidaridad y el crecimiento colectivo.
Hoy celebramos no solo sus logros, sino también su capacidad de evolucionar y transformar sus propios caminos.
Porque un hombre que cuida, que escucha y que se cuida a sí mismo, también cambia el mundo.