Autor: René Tamayo León
Beijing.–De la admiración del pueblo cubano por la historia y la actualidad de China, fue portador el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien, a pocas horas de llegar a esta capital, se dirigió a la Plaza Tiananmen, en la que participó, este 3 de septiembre, en el acto central y desfile militar con motivo del aniversario 80 de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y en la Guerra Antifascista Mundial.
En un tuit a su llegada, el Jefe de Estado transmitió el agradecimiento al Partido, Gobierno y pueblo de China por la solidaridad y cooperación decisiva con la Mayor de la Antillas, y en la lucha contra el bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de ee. uu.
A las 9:00 de la mañana, hora local, comenzó la ceremonia conmemorativa y la parada militar del Ejército Popular de Liberación (EPL), en la que demostró su poderío y modernidad, pero también su vocación por la paz y el desarrollo humano.
Fue este uno de los desafíos abordados en el discurso central de la efeméride, que estuvo a cargo del secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la República Popular China, Xi Jinping, quien recordó, a propósito de la victoria frente a la agresión japonesa y en la guerra antifascista mundial, en septiembre de 1945, que el pueblo chino realizó entonces un enorme sacrificio y contribución a la salvación de la civilización humana y a la defensa de la paz mundial.
El también Presidente de la Comisión Militar Central ponderó el permanente protagonismo del EPL, al que ordenó convertirse en una fuerza de clase mundial; preservar la soberanía, la unidad y la integridad de la nación; continuar brindando un apoyo estratégico al desarrollo del país, y contribuir aún más a la paz y al desarrollo global.
China, señaló Xi Jinping, continuará adhiriéndose al camino del desarrollo pacífico; al mismo tiempo que alertó que la civilización humana está, nuevamente, ante la disyuntiva de «la paz o la guerra», «el diálogo o la confrontación»; «la ganancia compartida o la suma cero».
El pueblo chino –afirmó– se mantendrá firme en el lado correcto de la historia y del progreso humano; se adherirá al camino del desarrollo pacífico, y colaborará con el resto del mundo para construir una comunidad de futuro compartido.
A la conmemoración asistieron decenas de jefes de Estado y de Gobierno, quienes ocuparon espacios en la tribuna de la Plaza de Tiananmen, en la que Xi Jinping estuvo escoltado por los presidentes Vladímir Putin, de Rusia, y Kim Jong-un, de Corea del Norte.