lunes 24 noviembre 2025

El bloqueo a Cuba entre la hostilidad y la resistencia creativa

El bloqueo, por mucho que algunos intenten ignorarlo o suavizarlo bajo el eufemismo de “embargo”, es una realidad innegable que ha marcado profundamente la vida del país, al punto de rozar, en ocasiones, la parálisis.

Hoy, tras el recrudecimiento de las medidas implementadas durante la administración de Donald Trump, sus efectos se fortalecen día tras día. No se limita a las acciones directas contra Cuba, sino que se extiende mediante presiones y sanciones sobre terceros países que comercian o intentan comerciar con la Isla.

Bancos y barcos son perseguidos; se imponen sanciones a entidades y personas extranjeras que se arriesgan a otorgar créditos o invertir en el país; se lanzan amenazas y se elevan aranceles contra quienes, ejerciendo su legítimo derecho al libre intercambio, desafían al imperio. Al mismo tiempo, se intenta infundir miedo a naciones como Rusia, China, Venezuela o Vietnam, entre otras, que han dicho “sí” a las relaciones de cooperación, tal y como debería ocurrir con todos.

Frente a esta política hostil, la respuesta de Cuba no ha sido la resignación. Con razón, la máxima dirección de la Revolución ha convocado a instituciones, empresas y a toda la población a una resistencia creativa: una estrategia que busca “no solo resistir y aguantar, sino hacerlo con el esfuerzo y el talento acumulado del pueblo”, para superar adversidades y seguir avanzando.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, lo ha expresado con claridad: “sí se puede salir adelante y vencer la actual situación por nuestros propios esfuerzos y resultados; pero para lograrlo se requiere más disciplina, organización, conciencia y constancia”. Sus palabras reafirman la idea, sostenida desde hace tiempo, de que los verdaderos protagonistas en el enfrentamiento al bloqueo son la fuerza viva y productiva de la nación.

El momento es, sin dudas, crítico para el mundo, y lo es aún más para los países sometidos a la guerra imperialista liderada por Estados Unidos, tanto en el plano militar como en el financiero. Sus efectos repercuten de manera directa en la economía global y, con especial fuerza, en Cuba. La situación que se ha generado en torno a Venezuela y al Caribe constituye una realidad palpable que no puede ignorarse y que amplifica el impacto del cerco económico sobre la Isla.

El bloqueo tiene un propósito evidente: rendir por hambre al pueblo cubano. Mencionar cifras e informes sería redundante; basta con observar los efectos de un sacrificio prolongado que ha dejado huellas profundas. Algunos van quedando por el camino, pero la mayoría, precisamente la más golpeada, permanece de pie, con la esperanza de que, gracias al esfuerzo y la inteligencia colectiva, la economía logre recuperarse en beneficio de las mayorías.

Ya lo advirtió Fidel Castro Ruz: “Hay posibilidades, eso es lo importante, hay posibilidades, pero las posibilidades son para los pueblos que luchan, los pueblos firmes, los pueblos tenaces, los pueblos que pelean; las posibilidades existen para un pueblo como el nuestro”.

Hoy, más que nunca, Cuba enfrenta el reto de transformar la resistencia en motor de desarrollo. El bloqueo persiste, pero también persiste la voluntad de un pueblo que ha aprendido a no rendirse. Esa convicción, unida a la creatividad y la constancia, es la que puede abrir los caminos hacia un futuro más justo y próspero.

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
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