sábado 23 agosto 2025

El rugido del León de Oriente a 129 años de su caída en combate

Hoy, 5 de julio de 2025, el eco de los machetes en Loma del Gato resuena en la memoria histórica de Cuba. Se cumplen 129 años de la muerte de José Marcelino Maceo Grajales (1849-1896), el temerario guerrero cuyo coraje le valió el título de León de Oriente. Su legado, tejido entre la valentía descomunal y las contradicciones humanas, permanece grabado en el alma nacional. 

Único de los Maceo en combatir en las tres guerras independentistas (Diez Años, Chiquita y Necesaria), ascendió de soldado a Mayor General. Su destreza con el machete y el caballo lo convirtió en leyenda viva. En la Protesta de Baraguá (1878), junto a su hermano Antonio, desafió el Pacto del Zanjón con un gesto que definió su carácter: la intransigencia ante la derrota. 

Testimonios de la época lo pintan como un líder jovial, desinteresado y de gran sensibilidad musical, pero también temperamental.

El 5 de julio de 1896, una bala española segó su vida en Loma del Gato (Songo-La Maya). Testigos narraron su desplome del caballo, soltando el revólver que empuñaba hasta el último aliento. Máximo Gómez, en «El Cubano Libre», le rindió homenaje: «Hay que descubrirnos ante la tumba de este patriota intrépido, héroe de cien batallas». Tenía 47 años y dejaba tras de sí más de 1,500 combates, entre ellos victorias clave como Sao del Indio y Arroyo Hondo.

Desde 1980, la Escuela Interarmas General José Maceo en Santiago de Cuba forma oficiales del MINFAR. Condecorada con la Orden Antonio Maceo, perpetúa su legado militar al graduar especialistas en infantería, artillería y logística bajo consignas de «lealtad a la Patria y odio al imperialismo». 

Sus restos yacen en el Cementerio Santa Ifigenia, santuario de la cubanía donde comparte eternidad con Martí, Céspedes y Fidel Castro. Un mausoleo custodiado por soldados que relevan la guardia cada media hora ante la tumba de Martí, cuya construcción respeta el deseo poético del Apóstol: «Que mi cadáver quede de cara al sol». 

José Maceo encarna las dualidades de la guerra: audacia y ferocidad, idealismo e intransigencia. Hoy, cuando el sol ilumina la piedra de Fidel o el mármol de Martí en Santa Ifigenia, también acarrea el nombre del León de Oriente.

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…