El Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria se celebra cada 7 de junio para concientizar sobre la importancia de la inocuidad de los alimentos, a fin de prevenir y reducir la cantidad de personas que sufren enfermedades de transmisión alimentaria (ETA) en todo el mundo.
De esta forma se contribuye también a promover el comercio seguro, la agricultura responsable y el desarrollo sostenible.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo 1 de cada 10 personas se enferma después de consumir alimentos contaminados, y que 420 mil personas mueren cada año tanto en países desarrollados, como en países en desarrollo. Los niños menores de 5 años, ancianos e inmunodeprimidos son los más afectados.
Los peligros transmitidos por los alimentos pueden ser de naturaleza microbiológica, química o física, tales como bacterias patógenas, toxinas, residuos de antibióticos, pesticidas, entre otros.
La inocuidad de los alimentos es la ausencia de peligros, o la presencia de éstos en niveles seguros y aceptables. Esta condición de inocuidad garantiza que los peligros presentes en los alimentos no causarán daño al consumirlos, cuando se preparen o consuman de acuerdo con el uso previsto.