“Supo cuánto se sabía en su época, pero no para enseñar que lo sabía, sino para transmitirlo. Sembró hombres”. Tal es la opinión que tenía José Martí de José de la Luz y Caballero, llamado con toda justicia el Padre de la Educación Cubana y que falleciera un día como hoy 22 de junio de 1862 a la edad de 61 años.
De la Luz y Caballero nació el 11 de julio de 1800 en una familia de buena posición económica. “Él, como dijera Martí, pudo ser abogado con respetuosa y rica clientela y su Patria fue su único cliente. Pudo lucir en las academias sin esfuerzo su ciencia copiosa y sólo mostró lo que sabía de la verdad cuando era indispensable defenderla”
José de la Luz estudió en el Seminario San Carlos donde fue alumno de Félix Varela y en esa misma institución desempeñó tempranamente la Cátedra de Filosofía de 1824 a 1828. Después, tras un viaje a Europa, asumió la dirección del Colegio San Cristóbal, donde impartía clase de Filosofía.
Entre 1836 y 1842 ocupó diferentes responsabilidades en la Sociedad Amigos del País y al frente de la sección de educación luchó por incrementar la instrucción pública y se preocupó por la superación de los maestros. En ese sentido decía: “Tengamos al magisterio y Cuba será nuestra”
En 1848 fundó el Colegio San Salvador y aunque allí no se hablaba de política ningún alumno ignoraba la historia de la independencia de todas las naciones latinoamericanas, la bravura de los indios contra los descubridores de América y el maltrato que los primeros colonizadores sometieron a las poblaciones autóctonas.
De la Luz y Caballero consideraba que la enseñanza debía proporcionarse junto con la instrucción, convicciones morales, patrióticas e ideológicas, amor y respeto a la belleza en sus diferentes manifestaciones, incluso hábitos higiénicos y concedió gran importancia a la atención a las necesidades de los niños.
Recordemos a este ilustre educador cubano José de la Luz y Caballero pertenece la sentencia válida para todos los tiempos: “Instruir puede cualquiera, educar sólo quien sea un evangelio vivo”
Al conmemorarse hoy 22 de julio el aniversario 163 de su muerte recordemos a José de la Luz y Caballero como lo que fue: “el padre, el silencioso fundador”, como lo llamó José Martí.