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Estaba sentada frente a uno de los edificios de su barrio, esperando el inicio de la reunión para la nominación de candidatos a delegados del Poder Popular, convocada tras la renuncia del actual delegado de su circunscripción, en Rajayoga, Santiago de Cuba. La cita era a las 6:30 de la tarde en su casa, pero prefirió encontrarnos allí porque, según dijo, “la reunión es a las 7 y no debo llegar tarde”, y se disculpó.
Maida Cosme Aldana es una de esas mujeres que parecen no cansarse nunca. Además de desempeñarse como gestora económica en la Empresa Provincial de Transporte, participa activamente en múltiples espacios de la comunidad: es la responsable ideológica del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) número 3 y coordinadora de la zona 266, además de compartir en la dirección del bloque de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el grupo de apoyo al delegado.

Este 1 de mayo fue invitada por el desfile de los trabajadores santiagueros a la tribuna de la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, en reconocimiento a sus destacados resultados como trabajadora y dirigente sindical en su centro laboral, mérito que se suma a una trayectoria de profundo compromiso con la Patria: Maida fue fundadora de la compañía femenina del Batallón Ramón López Peña, de la brigada de la frontera frente a la base naval de Estados Unidos en Guantánamo, una unidad de reconocida gloria combativa, símbolo de la primera trinchera antimperialista. En esa formación sirvió durante 25 años, hasta su jubilación, desempeñándose en el exigente cargo de Sargento Instructora de Plana Mayor.
Maida es ampliamente reconocida por los resultados alcanzados tanto en su vida militar como en su trayectoria civil. Ha dejado huellas en cada lugar donde ha vivido y trabajado con entrega: en la zona fronteriza, en Cayamo y Boquerón, en Guantánamo; fue delegada de circunscripción del Poder Popular durante ocho años en San Luis, y se ha destacado por su activismo político y social en el Consejo Popular Vista Alegre–Pastorita–Rajayoga, en Santiago de Cuba.

Madre de una hija y abuela de un nieto al que adora, Maida irradia vitalidad a pesar de su juventud acumulada. Celebró este segundo domingo de mayo, una fecha tan especial para las madres, en compañía de la familia. Para ella no hay dificultad, por extrema que parezca, que le quite la alegría de vivir y de seguir defendiendo la Revolución”.