jueves 28 agosto 2025

Fidel Samé y los primeros pioneros de San Nicolás

En 1968, Fidel Samé recibió la responsabilidad de organizar a los pioneros en la zona de San Nicolás de Mayarí Arriba, en el Segundo Frente. La incorporación a la organización solo sería posible con la autorización de los padres, quienes debían expresar su consentimiento para que sus hijos fueran reconocidos como militantes pioneriles.

Los niños de esa generación que nacieron y crecieron en el campo desconocían los procesos para convertirse en pioneros, sin embargo, con el triunfo revolucionario aún reciente, apenas nueve años habían transcurrido, la mayoría se sentía protagonista del momento y anhelaba serlo, incluso sin comprender del todo su significado. Más que la conciencia ideológica, los movían los símbolos: el saludo a la bandera, la estancia en los campamentos vacacionales, conocer a niños de otras localidades; usar uniformes escolares, entre otros sentimientos grupales.

Con el paso del tiempo, la Unión de Pioneros de Cuba (UPC) se afianzaba en la mente de aquellos muchachos. 1961 era su referencia, y Fidel Samé, como fundador, era aclamado por los niños de San Nicolás, que lo veían como su líder. No sé con certeza si él lo sabía, pero había sembrado en ellos el deseo de pertenecer a la organización. A decir verdad, vista en la distancia de 64 años, en aquellas montañas no funcionaba plenamente como tal la UPC, pero sí despertaba ilusiones.

La Unión de Pioneros de Cuba fue evolucionando hasta convertirse en una organización dedicada a influir en la formación patriótica de los niños durante su educación primaria. Los proyectos Moncadistas y Martianos representan etapas clave en su desarrollo, tanto desde el punto de vista gráfico como ideológico, enmarcándose dentro de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM).

En cuanto a Fidel Samé, aquel líder pioneril de la segunda mitad de los años 60 en San Nicolás de Mayarí Arriba, no puedo asegurar que haya sido el dirigente ideal de la UPC, pero sí uno de los que dejó muchísimos recuerdos positivos en los niños que integraron la organización; fue, en muchos sentidos, uno de los primeros en influir en la conducta ciudadana, revolucionaria y patriótica de esos niños.

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…