En un mundo cada vez más digitalizado y en un paÃs como Cuba que apuesta en la actualidad por el logro de avances en la transformación digital, la ciberseguridad debe ser un tema de alta prioridad.

En la era de los medios sociales y plataformas en lÃnea, cobra cada vez mayor importancia la protección de la información que publicamos en estos canales electrónicos y controlar quién tiene acceso a toda la que contenga datos personales.

Las contraseñas fuertes, por ejemplo, son una barrera efectiva para evitar que este tipo de mensajes sea accesible, reduciendo la posibilidad de ser vÃctimas de ataques cibernéticos. Las contraseñas débiles pueden ser fácilmente descifradas, las fuertes contribuyen a proteger a todo el que navega en el entorno digital.
La educación y la concienciación sobre ciberseguridad puede contribuir a que las personas adopten prácticas de seguridad más efectivas y, en este sentido, Cuba mantiene una labor permanente.
La Mayor de las Antillas cuenta en la actualidad con más de 8,4 millones de usuarios que frecuentemente se conectan a internet, de ellos más de 6,8 millones lo hacen a través de dispositivos móviles pudiendo estar expuestos a riesgos de ciberseguridad que pueden minimizarse con conocimiento y cultura digital.
El incremento de los pagos electrónicos mediante Transfermóvil y EnZona, ha creado de igual manera condiciones para que también se incrementen las amenazas cibernéticas. Conocerlas y protegerse de sus potenciales efectos es esencial.
Flagelos como el ciberacoso, la suplantación de identidad y las estafas a través de las redes sociales y canales electrónicos de pago son algunos de los riesgos de ciberseguridad que puede enfrentar un internauta en su dÃa a dÃa.
El error humano es una de las principales causas de ciberincidentes en las empresas, debido a violaciones de polÃticas de seguridad de la información por parte de los responsables y de los usuarios de estas tecnologÃas.
Emplear contraseñas seguras, cambiarlas de forma periódica y actualizar los softwares del sistema o las aplicaciones cuando es necesario son buenas prácticas que reducen el riesgo de ciberseguridad en las empresas.