La trascendencia de la fecha del 28 de octubre marca no solo el término de la jornada Camilo-Che, en esta fecha se realza la figura del héroe de Yaguajay y se hace sentir en el pueblo, camino a las aguas corrientes para depositar flores dispuestas a encontrar su espíritu.

En 65 años han sido miles, millones de flores lanzadas al mar, al encuentro de un héroe. Homenaje que rinde el pueblo de Cuba; desde el pionero que lleva en sus manecitas de hombre fuerte una flor hasta el anciano nostálgico.

Es el tributo, <yo diría que se ha vuelto tradición> a uno de los grades hijos de esta patria, Camilo Cienfuegos Gorriarán, Comandante de la revolución cubana. El Señor de la Vanguardia, un barbudo abnegado en la lucha por su pueblo, por cuba.

“Porque aquí hay un pueblo que no se deja confundir por los traidores” expresó Camilo Cienfuegos en su último discurso el 26 de octubre de 1959; Convicción que 65 años después de su desaparición física se mantiene latente en la conciencia del pueblo. Dos días después de estas palabras, el 28 de octubre de 1959 parte a Camagüey en uno de sus viajes para contener elementos anticomunistas; y al intento de regresar a la capital, en medio de una tormenta, debe desviarse y se pierde en el estrecho de la Florida, la avioneta en la que viajaba. No quedó rastro de aquel sombrero alón, ni de la sonrisa, sí del carácter impetuoso.

Por ello Cuba se reúne cada 28 de octubre desde entonces, una jornada en la que se recuerda al hombre de pueblo, al Comandante humilde que fue Camilo.