«Son 50 años de trabajo con los niños, gestionando junto a ellos su formación vocacional y orientación profesional,» expresó Carina Kindelán Pérez, subdirectora de actividades del Palacio ‘Una Flor para Camilo’, fundado por el comandante Juan Almeida Bosque en el verano de 1974.
A pesar de que las torres del edificio central están en proceso de reparación, «el palacio no ha dejado de funcionar en su sala de juegos electrónicos y áreas exteriores, brindando una opción recreativa para la diversión de los niños durante el verano; además, ya nos estamos preparando para el inicio del curso en la primera semana de octubre,» enfatizó Carina.
En las áreas exteriores, los círculos de interés continuarán activos como siempre, en colaboración con diversas entidades y sus respectivos instructores. Las especialidades que se desarrollarán son pedagogía, enfermería, biología marina, recreación y campismo, estomatología, construcción civil y agronomía, entre otras.
Para Gilma Torres Lao, especialista guía, la formación vocacional y la orientación profesional son igualmente cruciales. «Por eso es fundamental la relación de los miembros de los círculos de interés con las instituciones donde se llevan a cabo las actividades que ellos eligen para su futuro laboral; allí pueden interactuar en los ámbitos teórico y práctico, y así fortalecer sus motivaciones,» señaló.
El colectivo del Palacio de Pioneros ‘Una Flor para Camilo’, compuesto por 29 trabajadores bajo la dirección de Alba Sara Ramírez, está comprometido en recuperar y mantener, con la calidad requerida, las funciones de esta institución. Su misión es «crear espacios de investigación y aprendizaje en áreas específicas del conocimiento para la formación vocacional» de los niños, adolescentes y jóvenes.
El Palacio ‘Una Flor para Camilo’, un complejo educacional con más de 110 años de historia, está ubicado en la avenida Manduley del reparto Vista Alegre, en la ciudad de Santiago de Cuba.
