Por: Arq. Ivette Borjas Martín
La propuesta para el espacio público que mayor impacto ha generado entre la propia población y visitantes de la ciudad, sin dudas constituye el cambio de pavimentación considerado para la calle de Las Enramadas, que tuvo su punto crucial con el advenimiento del aniversario 500 de la fundación de la villa santiaguera.
Esta propuesta logró unificar en un mismo nivel la faja rodada y las aceras, logrando una senda por donde se desplazan las personas en un medio sin obstáculos ni barreras, lo que garantiza el funcionamiento de la calle como un corredor peatonal por el que solo circularán los peatones como protagonistas principales, permitiéndoles disfrutar tranquilamente de la arquitectura que caracteriza los inmuebles asentados en la misma, así como de las diversas ofertas previstas.
El diseño consiste en la subdivisión de la superficie en paños de hormigón impreso combinados con paños de adocreto. Los primeros tratados con tonalidad terracota que se destaca sobre el gris claro de los segundos.
Como elemento jerarquizador que da un toque personalizado al diseño, resalta en el centro de cada paño de adocreto un trabajo artístico a partir de placas de bronce, alternando con obras del Grupo MILART, elaboradas con la técnica del trincadis, las cuales recrean motivos florales tratados con cerámica de colores vivos sobre fondo blanco. Esta propuesta convirtió a la calle en una galería a cielo abierto donde se expone la obra de un importante grupo de artistas santiagueros, encabezados por el escultor Alberto Lezcay.
Cabe notar que aparejado a esta ardua labor, todas las instalaciones asentadas en la calle se prepararon activamente para esperar tan digna celebración, suscitándose nuevos cambios de uso para ganar en ofertas y por ende en la animación sostenida de toda la arteria, destacando la zona baja, cuyo objetivo primordial fue incorporarla a la calle y que en su recorrido las personas encontraran diversidad de actividades comerciales, culturales y gastronómicas permitiéndoles llegar hasta el paseo marítimo, para continuar disfrutando de las ofertas concebidas para este espacio.
Se destaca el soterrado del sistema eléctrico y telefónico en las tres primeras cuadras, con la consiguiente eliminación de postes, transformadores y el cableado en forma de tela de arañas, el cual se reorganizó donde quedó visible aprovechando la existencia de elementos componentes de la arquitectura, como cornisas, pretiles, balcones, pilastras y otros.
La reanimación y/o sustitución del sistema de redes de acueducto, alcantarillado y drenaje pluvial, así como la colocación de los registros y tapas de alcantarillas.
En esta etapa, el proyecto concibió además la colocación de un sistema de mobiliario urbano: papeleras, mapas guías, maceteros con vegetación en balcones, portales y puntos clave de la calle, identificación de las calles transversales, así como el empleo de un estudio de color que destaque las características de los edificios y realce sus valores patrimoniales.
De esta manera se logra articular una senda que parte desde la zona alta en un recorrido que termina en la bahía con una extensión de 14 cuadras, dentro de las cuales se presentan espacios que permiten hacer un alto y refrescar del agobiante clima santiaguero, sumado a la topografía característica.
Los espacios públicos, dígase parques, plazas, ensanchamiento de la vía en algún punto determinado son objeto de acciones sistemáticas de mantenimiento: la plaza cultural Aguilera, los parques La Edad de Oro, Serrano, El Ajedrez, (interesante proyecto del arquitecto norteamericano Walter Betancourt, hoy operado por el Grupo Empresarial Palmares), el parque del Gallo, emplazado en el sitio donde existió una ciudadela, así como el ensanchamiento logrado en la esquina de la calle con Padre Pico se convierten en oasis y acogen también actividades culturales, políticas y comerciales.
Vale destacar que el fondo edificado ha sido objeto en diferentes etapas de acciones constructivas que mejoraron su calidad y transformaron en su mayoría la imagen urbana. Se destacan en este sentido la recuperación del hotel Imperial, proyecto del arquitecto Carlos Segrega, en representación de los códigos de la arquitectura ecléctica, la Bodeguita del Medio, la heladería jardín de las Enramadas, el proyecto Espiral, proyecto El Ingenio, mercado El Avileño, centro cultural La Pachanga, hotel Enramadas, bar café La Mka, entre otros.
Cabe resaltar que la apertura del país a la actividad por cuenta propia y la posibilidad del arrendamiento de locales cerrados o en desuso, permite que edificios en ruinas o con uso incompatible con las actividades previstas para ejes de alta centralidad, se conviertan en inmuebles con uso social, que garanticen la ampliación de las ofertas, la excelencia en los servicios, la concreción de ideas y propuestas novedosas y por ende la animación sostenida en la principal arteria citadina.
Surgen entonces espacios como la fabada de Marieta, la galería Arte Clip y la pizzería La Piu Seducente, el complejo El Louvre, El Quitrín, la Feria de Comercios Art Decó, en la que se agrupa la actividad no estatal en condiciones idóneas, asentada en antiguos almacenes cerrados, que se ubican en la zona baja de la ciudad.
De la misma forma muchas viviendas cambiaron el uso residencial para albergar propuestas interesantes, en su mayoría dedicadas a la gastronomía, destacándose los bares, café, restaurantes St Pauli, La Karreta, Tutto Bene, Millenium, Master Grill, entre otros, todos con gran aceptación de la población y que incrementan el listado de ofertas y animación en la arteria.
La calle también es escena de la actividad ambulante, evidenciada en la presencia de iniciativas agradables para el expendio de flores, café, helados y confituras.
Cabe notar que aunque la calle se continúe catalogando como arteria por excelencia comercial, la elevada presencia de la actividad gastronómica se ha hecho fuertemente representativa, agudizada en los últimos años con la aparición de la nueva modalidad de micros, medianas y grandes empresas (MIPYMES), siendo también las ofertas más frecuentadas por la población, luego del reordenamiento económico.
Complementan este noble proyecto singulares acciones, entre las que resaltan:
· El empleo de una gama de colores adecuados al estilo arquitectónico de cada inmueble, destacando el valor de los mismos a partir de la proyección sobre sus fachadas, de una iluminación especial con luces de colores que cambian paulatinamente de tonalidad asombrando al caminante en las noches iluminadas de la calle.
- La ubicación de tótems electrónicos en algunos puntos del extenso recorrido para informar y a la vez entretener al transeúnte.
- La colocación de pantallas.
- El rediseño de muchos carteles lumínicos.
- La ambientación e iluminación atractiva de las vidrieras.
Estas, entre otras propuestas interesantes, reafirmarán la máxima de que la calle de Las Enramadas es la calle más transitada, más populosa, más visitada y recorrida por todo aquel, residente o visitante, que busque una forma sana de distracción y esparcimiento en un ambiente cargado de cultura, historia y tradiciones.
Se suma además la incorporación al proyecto de una programación artística cultural diseñada para los fines de semana que garantiza la presencia de la música tradicional cubana, las esquinas y los espacios públicos agradecen la presentación de grupos soneros de pequeño formato, exposiciones de modas, representaciones del deporte, el recorrido en la calle de personajes como el ya popular Chaguito de cuyas ocurrencias no solo disfrutan los niños, el Grupo Ojos Teatro con sus figuras andantes hacen de Las Enramadas un paseo que toca el corazón de su gente, un recorrido en el que ofertas, animación, cultura, carteles lumínicos y vidrieras, pantallas electrónicas, luces de colores, música y tradiciones, transforman esta arteria en el sitio emblemático que todos anhelan recorrer.
Vale señalar que esta tradicional arteria se convierte también en escenario de las Noches Santiagueras celebradas todos los fines de semana, partiendo desde la plaza de Marte, con la participación de actores estatales y no estatales, los cuales extienden sus servicios hacia el espacio público, en una fusión de cultura, comercio, gastronomía y servicios
Es importante referir que para lograr el sostenimiento de los resultados obtenidos, la Asamblea Municipal del Poder Popular con fecha 29 de enero de 2017 en su Acuerdo 277- XVI aprueba el Reglamento de Uso (contentivo de 5 capítulos y 45 artículos), el cual fue distribuido y divulgado tanto para conocimiento de todo aquel que desarrolle su actividad en la arteria como para los cuerpos de inspección, encargados de velar por su aplicación y cumplimiento.
Con esta propuesta la ciudad cuenta con el corredor peatonal más largo conocido, al extenderse en una longitud de 1 Km y medio (14 cuadras) que atraviesa de este a oeste todo el centro histórico y lleva en su recorrido hasta el Paseo Marítimo, logrando un espacio que se abre a la percepción de las personas que lo caminan, como una amplia senda en la que se puede pasear con seguridad, armonía, observar la arquitectura representativa del desarrollo de la ciudad, disfrutar de los espacios públicos y deleitarse con un importante número de ofertas: unas renovadas y otras nuevas que se incorporan a este proceso de reanimación, incrementando de esta forma los niveles de animación de la calle sobre todo en horas nocturnas.
Nos resta ahora el cuidado y la protección de los logros obtenidos, tarea que está al alcance de todos, basta que cada cual aporte su granito de arena y desde su tribuna o espacio haga simplemente lo que le toca hacer, la calle de Las Enramadas agradecerá este empeño y acogerá con orgullo cada una de las propuestas que beneficien una población enamorada por siempre de su calle principal.
