El 3 de enero de 1961 hace hoy 63 años, el gobierno de Estados Unidos unilateralmente rompió sus relaciones diplomáticas con Cuba, como resultado de la escalada agresiva iniciada por Washington desde los primeros días del triunfo revolucionario contra la Isla, con el objetivo de derrotar al gobierno popular instalado tras el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista, no obstante el apoyo moral y material brindado por el imperio yanqui.
Pretendía de igual forma el gobierno norteamericano con esa ruptura de relaciones, sumir en un total aislamiento a la Revolución Cubana, que en abril de ese mismo año 1961 sufriría la invasión mercenaria por la Bahía de Cochinos, organizada y financiada por Estados Unidos con complicidad con la Organización de Estados Americanos, la OEA.
La decisión de romper los lazos bilaterales diplomáticos existentes entre ambas naciones, fue tomada por en entonces Presidente republicano Dwight Eisenhower, quien mediante un denominado Plan de Acciones Encubiertas contra el régimen de Castro, había elevado a nivel de Estado su política agresiva contra Cuba en todos los sentidos, incluida la de carácter económico.
Días después de la ruptura de relaciones entre Estados Unidos y Cuba el Presidente Eisenhower cesó en sus funciones como mandatario de esa nación y asumió esa responsabilidad a partir del 20 de enero de 1961 el demócrata John F. Kennedy, quien heredó y llevó adelante la agresión mercenaria de Playa Girón, la cual fue derrotada por Cuba en poco menos de 72 horas.
El Presidente norteamericano Dwight Eisenhower, quien gobernó a Estados Unidos entre el 20 de enero de 1953 y el de 1961, se convirtió en un enemigo furibundo de la Revolución Cubana y ya desde antes de 1959 trató por todos los medios de impedir su triunfo, ofreciéndole al dictador Fulgencio Batista, todo tipo de ayuda material bélica con ese propósito, aunque no pudo impedir la toma del poder por el Ejército Rebelde.
Tras el triunfo del Primero de Enero de 1959 Estados Unidos inició una cadena de agresiones contra la Isla, tanto de carácter económico como terrorista, pero en la misma medida la Revolución Cubana fue respondiendo, nacionalizando todas las empresas norteamericanas que existían en Cuba y preparándose militarmente para enfrentar cualquier agresión externa.
La ruptura de relaciones de Estados Unidos con Cuba hace 63 años, nunca logró el objetivo deseado por el imperio de aislarnos del resto del mundo, por el contrario, hoy nos sentimos orgullosos de contar con la amistad y solidaridad de todas las naciones del planeta, incluido el verdadero pueblo norteamericano.
