La situación actual es sumamente difícil, tanto a nivel global como en nuestro país, ya que existen gobiernos y personas que se benefician de los tiempos turbulentos y como dice el refrán popular: «en río revuelto ganancia de pescadores».
Después de la pandemia de COVID-19, en Cuba se ha realizado un gran esfuerzo en diversas áreas: legislación, designación de autoridades, creación o mejora de estructuras, gestión de proyectos, todo con la aspiración de que el año 2023 fuera mejor. Sin embargo, a pesar de los mejores deseos e intenciones, las circunstancias han sido muy adversas, con impactos negativos en las remesas, el turismo, las exportaciones, los medicamentos, la adquisición de alimentos y materias primas, entre otros renglones de la economía.
En la actualidad, la situación salarial afecta considerablemente a la población, ya que apenas alcanza para adquirir los productos básicos en los mercados estatales y privados, donde los precios están desproporcionadamente elevados y, por lo tanto, inalcanzables para la mayoría de las personas necesitadas.
Se plantea que el proyecto del socialismo cubano es capaz y debe funcionar de manera eficiente, pero es necesario interiorizar el constante llamado a la “resistencia creativa” del presidente de la República, lo que se traduce como “resistir, innovar y aprovechar las oportunidades que ofrece el desarrollo local y las cadenas productivas”.
Además, el proyecto también busca alcanzar la mayor justicia social posible, pero para lograrlo es fundamental erradicar el paternalismo, el igualitarismo y el exceso de burocracia; es necesario enfrentar la especulación y la corrupción, y lograr que los funcionarios sean disciplinados y confiables para que la sociedad los siga.
No renunciaremos a un futuro mejor para Cuba y acuñamos lo que señala el presidente Díaz Canel-Bermúdez: “siempre estaremos agradecidos al pueblo por su heroísmo, apoyo, comprensión y aporte, porque eso es lo que hace a esta revolución invencible”, y seguiremos ganando”.
No renunciar a ese futuro mejor que es posible, es la única alternativa viable para los revolucionarios y patriotas cubanos. ¡Venceremos!.