Javier, Gabriela y Amanda, de apenas 20 años, son habituales en el Hotel Villa San Juan, de la ciudad de Santiago de Cuba, perteneciente al Grupo Empresarial Hotelero Islazul s.a. «Preferimos la piscina por sus buenas condiciones y las ofertas con precios por debajo de otras instalaciones» dijo a Granma el estudiante de segundo año de la carrera de Medicina, quien conoce que muy cerca de allí «se firmó el acta de capitulación de los españoles ante los estadounidenses y se libró la batalla de San Juan en medio de la guerra hispano-cubano-norteamericana».
Pero lo que no saben es que el Villa San Juan fue fundado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 25 de julio de 1983, en vísperas del trigésimo aniversario de la Gesta del Moncada, con el nombre de Villa Leningrado, y que para el 70 tiene compromisos «cumplidos en la prestación de servicios, trabajos voluntarios en obras de impacto socioeconómico y hasta donaciones de sangre», aseguró Ana Martha Maturell Verdecia, su directora.
ISlAZUL, en EL ANIVERSARIO 70
«Yo soy fruto de las ideas que los moncadistas defendieron», afirmó, con alegría, Maturell Verdecia: «Mis padres eran obreros y yo, en 1986, con 18 años, comencé como auxiliar de limpieza en uno de los locales del Parque Baconao.
«Fui dependienta en el Parque de la Fantasía hasta que, en 1992, aprobé el curso de camarera para el sector del turismo; trabajé en varios hoteles, y en 2003 laboré en el Bucanero, hermoso hotel destruido por el huracán Sandy, en 2012.
«Fui supervisora del Meliá Santiago de Cuba y, con 48 años, ingresé a la Licenciatura en Turismo, me esforcé para titularme y en este hotel Villa San Juan, que cumple 40 años, asumí la dirección. Ya poseemos la bandera Proeza Laboral, por el trabajo en el enfrentamiento a la COVID-19».
Quizá no haya una cadena hotelera en Santiago de Cuba que tenga tanta relación con la historia. Son nueve las instalaciones de Islazul aquí, que comercializa en moneda nacional con estándares acordes con la media del grupo cuyos hoteles están entre las dos y las tres estrellas.
«Hemos sido consecuentes con la puesta en disposición de nuestros medios de transporte para aliviar los puntos de mayor concentración de viajeros; cumplimos con el aporte a la Patria, con 28 donaciones de sangre al sistema de Salud Pública, y con el mejoramiento de las condiciones laborales», resalta Nereida Zayas Serrano, secretaria general del Buró Sindical de la sucursal santiaguera.
En ese sentido, Taimara Verdecia Roca, subdirectora general de Islazul en Santiago de Cuba, declara que «el 85 % de los turistas que esperábamos para este año ya se han alojado en nuestros hoteles, y se mejoraron las habitaciones en Las Américas, Gran Piedra, Libertad y Balcón del Caribe, al tiempo que las relaciones con productores agropecuarios y las formas de gestión no estatal se consolidan».
María Rosa Villaverde Beltrán, al frente de Operaciones, exaltó que principalmente las mujeres y los jóvenes han asumido las principales tareas.
Para los empresarios y los que realizan eventos como la Serie Nacional de Beisbol, la Feria ExpoCaribe, los festivales de Boleros, de Coros y la Fiesta del Fuego, las ofertas de Islazul son atractivas por los precios y la calidad del servicio.
«En las piscinas de los hoteles San Juan, Las Américas y Costa Morena se promueven actividades veraniegas que son de la preferencia de los jóvenes, aunque trabajamos en la disminución de los costos para que sean más los turistas nacionales que las visiten», dijo la joven directiva María Rosa Villaverde Beltrán.
HOTEL REX: ÚNICO, HISTÓRICO
El 12 de marzo de 1952, dos días después del golpe de Estado de Fulgencio Batista, fue inaugurado el Hotel Rex, muy cerca de la Plaza de Marte, del Palacio de Justicia y del cuartel Guillermón Moncada. Por eso, en 1953, varios jóvenes, encabezados por Abel Santamaría Cuadrado, se hospedaron allí, la víspera de la Santa Ana.
Reabrió sus puertas el 24 de julio de 2013, con 24 confortables habitaciones, todas climatizadas, y como un prototipo para el turismo cultural de ciudad.
Desde entonces, Islazul gestiona la histórica instalación y cuida, como la niña de sus ojos, la habitación donde pernoctó Abel, el segundo jefe de las acciones del M-26-7.
«Todo el que nos visita pregunta dónde está el cuarto de Abel, que permanece intacto, con el mobiliario de la época y las banderas, la cubana y la del 26 de Julio. Los asaltantes que sobreviven cada vez que vienen a Santiago se llegan hasta el Rex», revela la ama de llaves que sabe «de memoria los hechos».
Boris Luis Santa Coloma y Renato Guitart, que fue el último en salir del Rex después de recibir una llamada telefónica, estuvieron en el edificio.
Cuentan que el día 26, cuando los tiroteos abrumaron la ciudad, Gladis, la esposa del propietario, vio el auto de Santamaría repleto de soldados y agujereado por las balas, y exclamó: «Ay, esos muchachos de Abel asaltaron el cuartel».
Luego del desembarco del Granma y del nacimiento del Ejército Rebelde, el hotel sirvió como punto de enlace entre los interesados en subir a la Sierra y los revolucionarios ya alzados, entre los que se encontraba un estadounidense que se renombró como Capitán Rex, en honor al edificio.
La singular experiencia que Islazul ofrece, para que los turistas «puedan conocer cada rincón de historia, cultura, arquitectura y compartir la vida social en la Isla», como promueve su sitio oficial, tiene en Santiago de Cuba, y en el Rex, una valiosa fortaleza.
Autor: Luis Alberto Portuondo