«Condenamos enérgicamente los actos violentos y antidemocráticos que ocurren en Brasil, con el objetivo de generar caos e irrespetar la voluntad popular expresada con la elección del presidente Lula», escribió en Twitter el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ante los hechos desestabilizadores en la capital del gigante sudamericano.
«Expresamos todo nuestro respaldo y solidaridad a Luiz Inácio Lula da Silva y a su Gobierno», añadió el mandatario, al referirse a las manifestaciones protagonizadas por simpatizantes del derrotado Jair Bolsonaro, quienes invadieron las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal de Brasil y el Palacio de Planalto.
A pocos días de la toma de posesión del presidente Lula da Silva, los bolsonaristas rompieron el bloqueo realizado por la Policía Militar y la Fuerza de Seguridad en la Explanada de los Ministerios en Brasilia, y consiguieron penetrar en las sedes de los tres poderes de la nación sudamericana. En horas de la tarde del domingo, la Policía recuperó los tres edificios y comenzaron a restablecer el orden en la ciudad.
Estos seguidores radicales del exjefe de Estado acamparon frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, desde el día siguiente a las elecciones del 30 de octubre, en las que Lula derrotó por voto popular a Bolsonaro.
En sus declaraciones, el Presidente brasileño calificó a los atacantes como fanáticos fascistas, y responsabilizó al exmandatario de la situación. Además, decretó la intervención federal en la capital del país hasta el 31 de enero, y anunció que, personalmente, liderará las investigaciones respecto a los culpables.
Organizaciones como la Celac, el Parlamento Europeo y el alba-tcp expresaron su apoyo al Jefe de Estado electo, y su repudio ante estos hechos de violencia. Igualmente lo hicieron los presidentes de México, Argentina, Venezuela, Colombia, Chile, Uruguay, España, Francia, Portugal, y representantes gubernamentales de Estados Unidos.
