La presidenta peruana, Dina Boluarte, anunció hoy que en breve presentará un proyecto de ley para adelantar las elecciones generales en dos años, ante una ola de protestas en.su contra que exige nuevos comicios.
En un mensaje por televisión, pasada la medianoche, Boluarte afirmó que la iniciativa de convocar a nuevos comicios para abril de 2024 interpreta la voluntad de la ciudadanía y la responsabilidad que implica ejercer el gobierno y añadió que enviará el proyecto al Congreso en los próximos días.
Indicó que el texto será consensuado con los partidos representados en el Congreso y su aprobación implica reformas constitucionales que deberían aprobarse de manera expedita.
Agregó que hasta el día de las elecciones generales anticipadas promoverá la concertación en el Congreso de una ley de Reforma del Sistema Político.
Esa norma tiene como objetivo, según dijo, “contar con un sistema democrático de gobierno más eficiente, transparente y participativo, ajeno a toda la práctica de corrupción, y con partidos políticos legitimados por la participación ciudadana”.
Llamó a la participación general en ese proceso para sentar las bases legales e institucionales y de vida democrática de un Perú unido, libre y con justicia social.
Boluarte anunció la declaración del estado de emergencia en las zonas de alta conflictividad social, en obvia alusión a la provincia surandina de Andahuaylas, principal escenario de las protestas contra ella y el Congreso y a favor de nuevas elecciones y de un referendo sobre una asamblea constituyente. Las protestas dejaron ayer un saldo de tres jóvenes muertos y una treintena de heridos y al lamentar la pérdida de vidas aseguró que dio instrucciones para recuperar pacíficamente el control del orden.
Comentó también que el sistema político está desde hace varios años en crisis, la representación de los intereses de los ciudadanos está cuestionada y la gobernabilidad comprometida.
La jefa de Estado señaló que su país vive una escalada de los niveles de confrontación política, que no es saludable ni para la economía, ni para la lucha contra la pobreza, ni para el diario vivir de las familias.
Por: Manuel Robles Sosa
