El 31 de julio de 1958, hace hoy 64 años, en El Hormiguero, una pequeña colina cubierta de gran vegetación fue sepultado el cadáver del Comandante del Ejército Rebelde René Ramos Latour, quien murió el día antes cuando dirigía un combate contra una fuerte columna enemiga en la zona de El Jobal, en el firme de la Sierra Maestra.
Tras ser herido de gravedad, Daniel, su nombre de guerra, fue trasladado al campamento y asistido por los doctores Che Guevara y Sergio del Valle, pero los esfuerzos de estos fueron en vano, ya que por la gravedad de las heridas durante el combate falleció.
Sus compañeros lo vistieron con el uniforme verde olivo, su grado de Comandante y le rindieron guardia de honor jurando ante su cadáver continuar la lucha con firmeza inspirados en su ejemplo. El lugar donde fue enterrado Ramos Latour fue marcado con una cruz y posteriormente con una tarja que recuerda su heroísmo.
Para la Revolución la muerte del Comandante Daniel fue una sensible pérdida en los momentos en que el Ejército Rebelde comenzaba su contraofensiva contra las fuerzas del tirano que veía desmoronarse así como castillo de naipes su célebre ofensiva de verán y el plan fin de Fidel.
Las victoriosas batallas del Jigüe y la segunda de Santo Domingo fueron la punta de vanguardia de la contraofensiva rebelde a la cual se uniría días después la Batalla de Las Mercedes, considerada el puntillazo final para desalojar las tropas batistianas de la Sierra maestra.
Julio de 1958 fue un período difícil para la Revolución y el Ejército Rebelde porque tres de sus más valientes y corajudos comandantes perdieron la vida como Andrés Cuevas Hernández, Ramón Paz Borroto y René Ramos Latour.
Al morir René Ramos Latour tenía 26 años de edad, sustituyó a Frank País García a la muerte de este el 30 de julio de 1957. Después del fracaso de la huelga del 9 de abril fue llamado por Jefe Fidel a la Sierra Maestra ratificándole su grado y formando parte de la nueva dirección nacional del Movimiento 26 de Julio, cumpliendo distintas misiones bajo el mando directo del Comandante en Jefe.
Bajo la dirección de Daniel se organizaron los sepelios de Frank País y René Pujols el 31 de julio de 1957, lo que constituyó la más sentida manifestación de pueblo vista en la ciudad de Santiago de Cuba. Exactamente un año después René Ramos Latour era sepultado apenas con la presencia de algunos compañeros de la guerrilla pero como expresara el propio Daniel: “Tengo fe en el triunfo de la Revolución y en su noble pueblo que habrá de llevarla adelante”. Daniel es hoy ese pueblo.
